“De buena semilla, buena cosecha”
Por Orestes Martí
“Es la medicina como el derecho, profesión de lucha; necesítase un alma bien templada para desempeñar con éxito ese sacerdocio; en contacto de las diarias miserias morales y materiales, el combate con la sociedad y con la naturaleza, hacen mal a las almas pequeñas, mientras que es revelación de cosas altas en almas altas y hermosas”
José Martí
Hace tan solo unos días, publicamos “Viaje a la semilla. Un día para recordar”; anoche, el viejo refrán popular que encabeza nuestro trabajo de hoy, se hizo realidad.
En el libro “Nuestros abuelos canarios”, hay un capítulo en el que en un escenario onírico, un personaje real -una pequeña niña- hace regresar a otro que es su abuelo y quién narra la historia, al mundo supuestamente real, de la forma en que describe el autor: “…… ¡Abuelo! ¡Abuelo! ¡Abueloooooo! -sintió una vocecita que lo sacaba de sus meditaciones, al tiempo que le halaba por la pata del pantalón — ¡abuelo, cómprame algodón!”…. El personaje real de la historia ficticia era la pequeña Annette, quien un tiempo después asistiría a la presentación del libro, hecho realidad objetiva.
Mas, como escribió el autor en ese mismo capítulo: “es el desarrollo en espiral; es la negación de la negación en su concatenación eterna y universal, saldada con periódicos cambios cualitativos. La nueva cualidad es que ahora el abuelo eres tú”
Así que el tiempo -representado en el libro por Cronos y por una definición que en el mismo brinda, asegurando que “es la medida relativa de los hechos transitorios”-, continuó su indetenible paso y anoche 2 de junio de 2021, en Las Palmas de Gran Canaria, aquella niñita de la historia -que por cierto, “sobre la marcha” cambiaba argumentos y desenlaces de las que su abuelo trataba de contarle-, se convirtió en Médica, para continuar la indetenible expresión histórico concreta de los principios de la dialéctica de la naturaleza.
Mirando la actividad de graduación y reflexionando al igual que lo hizo en el mencionado libro, el narrador veía ahora en el escenario y escuchaba las sabias palabras de Maimónides, de Hipócrates, de Galeno…. mientras pensaba en el Juramento Hipocrático y en los nuevos retos para Annette.
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