Estados Unidos: La nueva doctrina “El Garrote de Monroe” (XXXIV). Los imperios pasan. Venezuela: la “otra piedra”.
Por Orestes Martí
Revolución Bolivariana fue el término que utilizó el presidente y líder del pueblo venezolano Hugo Rafael Chávez Frías para designar el cambio político, ideológico y social comenzado el 4 de febrero de 1992 y que se ha mantenido hasta nuestros días a pesar de los esfuerzos del imperio y de la contrarrevolución interna.
En efecto, tras el ascenso al poder del movimiento encabezado por Chávez, comenzó el arduo camino para consolidar la independencia y cumplir el sueño de Simón Bolívar (el Libertador). La Revolución Bolivariana se apoya en cuatro líneas de acción fundamentales: el antimperialismo, la democracia social, el antineoliberalismo y la transición hacia lo que Chávez denominó “Socialismo del Siglo XXI”.
Según el enfoque “académico”, las Relaciones con los Estados Unidos han sido como describe la Enciclopedia ECURED (1) “Como cualquier otro país latinoamericano, Venezuela estuvo ligada a Estados Unidos a principios de siglo XX, por el significado estratégico que poseen sus reservas petrolíferas y otras materias primas. La política de Chávez ponía el acento en la soberanía e independencia nacionales, por lo que estaba reñida con la doctrina Monroe estadounidense que consideraba a Latinoamérica su patio trasero, lo cual sirvió de justificación a sustanciales intervenciones militares en la región (como las que realizó Estados Unidos en Cuba, Guatemala, República Dominicana, Haití, Panamá, Nicaragua, etc.). (2)
En general los cambios en la industria petrolera no sólo privaron de beneficios a la clase alta local sino que también conllevaron la pérdida de privilegios de la industria petrolera estadounidense. Esta situación se intensificó con la revitalización de la OPEP conducida por Venezuela, que tenía como meta fortalecer nuevamente los precios del petróleo, una necesidad para el país, que se sumía en una fuerte crisis económica desde el colapso de 1983. El resultado fue que los precios se fueron al alza, incluso llegaron a los 60 dólares por barril en 2005. La relación estrecha entre Chávez y el líder cubano Fidel Castro incrementó aún más la antipatía de Estados Unidos.
En octubre y noviembre de 2003, diputados del parlamento venezolano publicaron material que sugería que se preparaba un nuevo golpe de estado de los círculos derechistas de Venezuela en conjunto con la CIA.
En febrero de 2004, Chávez tildó al presidente estadounidense George W. Bush de “pendejo”, luego de acusarlo de haber apoyado el derrocamiento de Jean-Bertrand Aristide, el primer presidente elegido democráticamente de Haití”….
No hay duda alguna de que la República Bolivariana de Venezuela (RBV) se ha convertido en otra piedra en el zapato de Washington cuyo desenlace está lleno de incertidumbre; así, mientras que el sitio Red Voltaire informaba de una mesa redonda secreta llevada a cabo en el Center for Strategic and International Studies (CSIS), tanque pensante (think tank) vinculado a las transnacionales estadounidenses del petróleo y del armamento sobre el tema “Assessing the Use of Military Force in Venezuela”, o sea para evaluar el posible uso de la fuerza militar contra Venezuela (3), la destacada periodista Vicky Peláez (4) en un artículo publicado en Sputnik (5), con el título “Se acabó el rollo de las ‘fake news’ de EEUU contra Venezuela”, aseguraba “Hay toda una historia de ataques de falsa bandera a base de mentiras para manipular las mentes de la gente”.
Algunos analistas alertan que el foco internacional de tensiones en el escenario mundial, se ha desplazado -o se está en tal proceso- de Siria hacia Venezuela y la región de América Latina.
Por su parte el Presidente constitucional de la RBV, Nicolás Maduro ha declarado: “Enfrentamos al imperialismo como en 1810” (6)
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