Juventud y niñez. Sector primario y alimentación. Niños en peligro.
Por Orestes Martí y Fernando Alemán.
Recientemente hemos leído algunas noticias -en varias ocasiones compartidas- realmente inquietantes. Una de ellas vinculada a un informe de UNICEF y reportada por plataformas de vocación social:
√ RT en español “Los países ricos ponen en peligro a los niños de todo el mundo”
√ Prensa Latina “Consumo excesivo afecta el medio ambiente e impacta en los niños”.
√ La información publicada en el sitio Russia Today
“Los países ricos están creando condiciones de vida inseguras para los niños, tanto “dentro de sus fronteras” como “en otras partes del mundo”, advirtió el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) en un informe publicado este martes, en el que instó a los Estados a reducir los niveles de residuos y contaminación.
“El Centro de Investigación Innocenti, de Unicef, evaluó a 39 países integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y de la Unión Europea según diferentes criterios, tales como el uso de plaguicidas, la humedad en los hogares, la exposición al plomo, el acceso a la luz y la generación de residuos.
“Aunque España, Irlanda y Portugal obtuvieron resultados relativamente positivos, ninguna de las naciones estudiadas ofrece entornos saludables para los niños, según el informe. En contrapartida, señala el documento, países menos ricos de América Latina y Europa tuvieron un menor impacto en el estado general del planeta, en comparación con algunos Estados más prósperos.
“En Islandia, Letonia, Portugal y Gran Bretaña, uno de cada cinco niños está expuesto a la humedad y el moho en su hogar; al tiempo que muchos otros menores, especialmente en México, respiran aire tóxico en áreas tanto internas como externas, alerta Unicef. En Bélgica, Israel, Países Bajos, Polonia, República Checa y Suiza, más de uno de cada 12 niños está expuesto a una notable contaminación por plaguicidas. En total, determinó el estudio, más de 20 millones de los menores bajo análisis tenían altos niveles de plomo en la sangre, recalca el informe.
“La mayoría de los países ricos […] contribuyen a la destrucción de los entornos de los niños en otras partes del mundo”, sostiene Gunilla Olsson, directora del centro de investigación.
“Como hecho resaltante, algunos países nórdicos, como Finlandia, Islandia y Noruega, a pesar de estar a la cabeza a la hora de proporcionar un entorno saludable a sus propios niños, ocupan los últimos lugares en cuanto a su impacto global en lo referente a índices de emisiones, volumen de residuos electrónicos y niveles de consumo.
“En este sentido, la funcionaria recalca que la humanidad debe “crear lugares y espacios mejores” por el bien de las futuras generaciones y “para que los niños prosperen”.
“El aumento de los residuos, de contaminantes nocivos y del agotamiento de los recursos naturales están haciendo mella en la salud física y mental de nuestros niños y amenazan la sostenibilidad de nuestro planeta”, advierte Olsson. “Debemos aplicar políticas y prácticas que salvaguarden el entorno natural del que más dependen los niños y los jóvenes”, agrega la directora.”
√ La dada a conocer por Prensa Latina:
“El consumo excesivo de las naciones más ricas destruye hoy el medio ambiente en el cual se desarrollan los niños de todo el mundo, alerta un reporte del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
“Mientras trazan estrategias para proteger a su propia infancia, los países desarrollados e industrializados generan condiciones insalubres, peligrosas y nocivas para el entorno global, advierte el informe.
“Por ello, Unicef llama a rectificar tales injusticias y a hacer realidad los derechos ambientales de todos los niños del orbe.
“La infancia mundial crece ahora en entornos poco saludables, rodeados de contaminantes nocivos y otros elementos perjudiciales debido a las prácticas consumistas de los territorios más ricos, subraya el estudio.
“Entre los principales problemas, Unicef señala una alta exposición de los menores de edad al aire tóxico, los plaguicidas, la humedad y el plomo.
“Además, detalla el reporte, muchos niños no tienen acceso a una luz adecuada, espacios verdes y carreteras seguras.
“Estos daños ambientales, afirma Unicef, son consecuencia del consumo excesivo en los países más ricos, que contribuyen enormemente a la emergencia climática, agotan los recursos naturales y generan grandes cantidades de residuos electrónicos.
“Tales condiciones no solo afectan a las naciones más humildes, sino que también en las más desarrolladas muchos menores están rodeados de aire tóxico, contaminación por plomo, ruido fuerte o paredes con moho, espacios poco ventilados y abarrotados.
“Los datos de Unicef muestran, además, que los niños de las familias más pobres y grupos marginados no tienen una vivienda adecuada, lo que profundiza la desventaja y perpetúa ciclos de pobreza.
“Fuera de la casa, explica esa entidad de ONU, el aumento de las temperaturas, la pérdida de biodiversidad, los fenómenos meteorológicos extremos, la presión sobre los recursos naturales y el creciente desperdicio son perjudiciales tanto para los niños como para el planeta.
“Según expone el estudio, si se toman en cuenta los indicadores de emisiones de dióxido de carbono, residuos electrónicos y consumo general de recursos per cápita en países como Australia, Bélgica, Canadá y Estados Unidos, se observa que el impacto sobre el medio ambiente mundial es grave y generalizado”.
No obstante lo anterior, nosotros hemos querido -por su nada despreciable vinculación e impacto en la cuestión- abordar también lo relacionado con el alza de los precios de los alimentos. En ese sentido vamos a recordar que ayer mediante nuestro servicio “Mail” de Infocom, fue distribuido el acostumbrado “Índice de Precios de los alimentos” -el último que comprende el período 1968-abril del presente años 2022- que publica Clara Sánchez Guevara y que vamos a compartir -como de costumbre- de forma íntegra.
“Desde 1968, el mayor registro histórico del alza de precios de los alimentos se ubica entre los años 1972–73 y 1973–74, con el 36 % y 43 % respectivamente, alcanzado en medio de lo que se denominó la Primera crisis del petróleo, relacionada con el embargo petrolero a los países que habían apoyado a Israel durante la Guerra de Yom Kippur. Entre ellos, Estados Unidos.
“Después de la Primera Crisis del Petróleo o energética de 1973–74, se registra otro incremento del precio de los alimentos en 1979, en medio de lo que se llamó la Segunda crisis del petróleo, durante la cual, los alimentos aumentaron en 65 puntos (11,5 %), en concordancia con los sucesos de la Revolución Islámica de Irán, durante la cual, los precios del crudo se incrementaron en un 128 % y, la siguiente Guerra de Irán-Irak.
“Posteriormente, han sucedido picos leves en el incremento de los precios de alimentos en los años relacionados a la Caída del Muro de Berlín, la Invasión a Kuwait, o la Guerra del Golfo, entre 1988 -1990 de la época post Guerra Fría, incluyendo 1995–1996. Y con excepción del año ochenta y ocho, todos acompañados por el aumento del precio del petróleo.
“Particularmente en 1988 aumentaron en un 12,7 % los alimentos, después de haber descendido a principios de 1987, a los niveles más bajos no vistos, desde 1973.
“Sin embargo, el aumento de los alimentos inició en el transcurso de 1987, en medio de la recuperación considerable del precio promedio del petróleo en un 32,8 % ese año, en relación con la caída drástica del 50 % del valor del crudo, sucedido en 1986.
“Precios del petróleo que se volvieron inestablemente a la baja hasta octubre de 1988, tras el acuerdo al que llegó la OPEP a finales de noviembre de ese año, sobre el control de la producción, recuperando levemente su precio en los dos años siguientes (21 % y 28 % entre 1989–1990 respectivamente) y, en consecuencia, aumentando levemente en 5 % el precio de los alimentos.
“Entre 1995–1996, el petróleo recuperó los valores más altos desde la Guerra del Golfo, impulsados por la tensión entre Estados Unidos e Iraq, que terminaron con el disparo de misiles sobre territorio iraquí por parte del país norteamericano. En consecuencia, los alimentos aumentaron 15,8 % en este periodo, mientras el petróleo un 28,9 %.
“Desde allí, hasta el 2003, en medio de la tensión, crisis y finalmente la Invasión de Estados Unidos a Irak, es donde nuevamente se reflejan aumentos significativos del precio de los alimentos y del petróleo del 13,5 % y 28,7 % respectivamente, en 2004.
“Sin embargo, desde los años 70, los mayores incrementos de precios de los alimentos se registran durante la Crisis financiera mundial (2007–08) que disparó el precio de los hidrocarburos y posteriormente, la caída de los precios del petróleo en 2009 generó en 2011, una de las mayores alzas de precios de alimentos (23,6 %) y del petróleo (38,9 %), en medio de la Invasión a Libia.
“Desde entonces, es durante el segundo año de la pandemia mundial por la Covid-19 y el inicio de la nueva crisis energética del 2021, que se registran nuevamente uno de los mayores aumentos en el precio de los alimentos, correspondiente al 28 % en un año, relacionado con la recuperación de los precios del petróleo en un 68 %. Y en el caso de los alimentos, a punto de romper el histórico de 2011.
“Alza de precios de los alimentos que continuaron durante enero y febrero de 2022. Indicando que, al comienzo del conflicto bélico abierto entre Rusia — Ucrania (Estados Unidos-Unión Europea- Reino Unido-OTAN), se gestaba la nueva crisis alimentaria mundial, que ahora se exacerba por la guerra y la imposición desbocada de “sanciones”.
NOTAS:
(1) La emaciación (del latín emaciare) se trata de un adelgazamiento patológico. El síndrome de emaciación, también conocido como síndrome consuntivo es la pérdida involuntaria de más del 10% del peso corporal (particularmente de masa muscular) y de por lo menos 30 días ya sean de diarrea o de debilidad, y fiebre
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DESNUTRICIÓN MUNDIAL 🌎
Según la UNICEF el número de personas con desnutrición o subalimentación alcanza más de 900 millones de personas en el Mundo, siendo los países africanos los más afectados por este flagelo que nos debe avergonzar como seres humanos.
En África, el Congo, Eritrea, Sierra Leona, Zambia lamentablemente alcanzan una subalimentación mayor al 60%. En Latinoamérica desgraciadamente Haití, Guatemala, Honduras, superan el 40%-35%.
Por su contraparte Cuba y Uruguay se mantienen con los mejores índices de alimentación, con solo un 2% de subalimentación.
(Para esos que de seguro preguntaran por Venezuela, la subalimentación ronda el 12%)
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√ La UNICEF advierte sobre la desnutrición infantil en el mundo.
