LA ENCRUCIJADA DEL SECTOR CÍTRICO DEL MEDITERRÁNEO.
Por Fernando Alemán.
El sector cítrico del Mediterráneo y y en general toda la las zonas de producción de cítricos españoles se encuentran en estos momentos en una situación muy crítica cuando no ruinosa. La tozudez europea más la tozudez e ignorancia de los que viven en los despacho sin escuchar el clamor angustioso de los agricultores dando la voz de alarma de lo que se les venía encima, una plaga que podía y puede acabar con la producción de cítricos en España, y que las autoridades y funcionarios , tanto españoles como europeos hacían oídos sordos. Esa sordera que dura ya más de doce años, los primeros focos del Cotonet Sudafricano aparecieron en el 2009, es lo que ahora se intenta contener pero como siempre sin la visión eficaz a favor del agricultor.
Las instituciones encargan a una empresa ( TRACSA ) sulfatar miles de hectáreas en la comunidad valenciana con un producto que desde hace años venían pidiendo los agricultores, ante la falta de interés de las instituciones por potenciar la lucha integral contra el mismo. Cuando deciden sacar los bichitos que se comen el Cotonet lo hacen tarde, mal e insuficiente para la cantidad que la plaga había dominado, y desde el ministerio el responsable de dar el permiso, un tal Valentín Almansa un año y otro montado en el no, pero también montado en la ineptitud y en la incapacidad manifiesta de dar solución al problema, y los responsables de la comunidad valenciana del sector primario, los que estuvieron muchos años y los que están ahora, ni los funcionarios responsables que tenían y tienen que estar al servicio del agricultor, ni los políticos responsables también del sector, no hicieron otra cosa que dejación de sus funciones, de ahí el problema, de la dejación de funciones. Lo mismo que hicieron las organizaciones agrarias desde el primer brote de la plaga, el silencio más absoluto, como si su labor no fuera la defensa del sector. de ahí que cada vez los agricultores dejen de creer en ellas. Y es que se han convertido más en gestoras para gestionar las ayudas, que para lo que de verdad es importante, potenciar y denunciar los males del sector, pero también han hecho algo peor, silenciar, obstruir e intentar destruir cualquier atisbo de protesta donde ellos no manejaran el cotarro. Qué triste.
Ahora llega la hora de que el ministerio, ese Valentín Almansa y el gobierno valenciano den luz verde a la utilización de ese producto con condiciones claro está, el producto sulfatado no se puede vender en el mercado, lo tiene que recoger el productor, y nadie le va a pagar los costos que le han supuesto o le supondrán, si por su dejadez, tozudez e ignorancia no se acaba con el Cotonet. Personalmente me resulta vergonzoso que todo eso se de. Pero ademas por las noticias que me llegan, la producción para la lucha integral en un futuro, es tan poca y puede que resulte tan cara, que a los agricultores no les quede más remedio que abandonar el cultivo.
Todo eso sucede cuando los que tienen que cumplir con su cometido escuchando la voz de los que laboran todos los días su tierra, no se preocupan por estar muy seguros, ellos cobran lo mismo a fin de mes, hagan o no su trabajo, y porque en política normalmente siempre se pone no sólo al o la que menos sabe, también como decía antes por el silencio de los agricultores en manos de unas organizaciones agrarias convertidas y pervertidas en repartir las limosnas de la PAC y no en cumplir con su deber.
También los agricultores y su cultura unitaria y no colectiva haciendo dejadez de la defensa de lo suyo, tienen gran parte de esa culpa, por eso es el momento de no dejarse llevar por cantos de sirenas, y tratar de ser una piña para defender su forma de vida, como así mismo demostrar a la sociedad en su conjunto lo necesarios que son, no los grandes empresarios agrícolas, eso no son agricultores, los pequeños, medianos y la agricultura familiar. Creo que es la hora de contar con la sociedad en general, las asociaciones de vecinos, las de padres de alumnos y todas aquellas que tengan que comer y quieren saber lo que comen y de donde viene lo que se comen. Sé que es un gran trabajo, el concienciar a la sociedad en esa medida, pero o lo hacen o el sector volverá a la soledad de su casa.
No podemos perder la soberanía y la seguridad alimentaría, y para colmo de males tenemos ya, las consecuencias de un cambio climático en el que el sector primario tiene mucho que decir y denunciar, callarse de lo que hacen los bancos, los fondos de inversión, y las grandes cadenas de distribución, no servirá nada más que que para seguir construyendo la muerte del sector, y si encima se sigue escuchando los cantos de sirenas dentro de la política cuando dicen una cosa y hacen justo la contraria, entonces el último que cierre la puerta. Pero me niego a creer que el sector si es capaz de cambiar conceptos, muy pocos, como de tener una mentalidad empresarial a una de agricultor nato, imprescindible para la supervivencia de la sociedad, estoy seguro, que también la sociedad responderá solidariamente, y para los políticos lo llevan muy mal sino entienden lo estratégicamente que es no perder la soberanía alimentaria un país o una región. Y que tiene que mirar los acuerdos con terceros países con los ojos del sector y no de las multinacionales que les atosigan.