LO QUE NOS QUEDA POR DELANTE, O TIRAMOS DEL CARRO O EL CARRO NOS TIRA.
Por Fernando Alemán
Muy buenos días, feliz domingo. Bueno se acabaron las fiestas, se acabó el no tener gobierno, y sería bueno que la crítica se hiciera por lo que se hace y no por lo que se piense, es decir que cada uno desde su puesto sea capaz de pensar y decir las cosas que piense, pero sin mentiras y sin`dejarse llevar por los voceros de los poderosos o por los que siguen pensando que la España y el Rey les pertenece a ellos y por consiguiente el poder gobernar. Pienso que eso sería bueno por ambas partes, que ni nos engañara el gobierno ni nos inflara con soflamas de datos mentirosos la oposición.
Demasiadas cosas por hacer en esta España nuestra, y no viene mal que el gobierno pensara en todos, pero sobre todo en los más que son los que menos tienen, eso es lo que creo que sería bueno, y de ahí se puede saber si lo hacen mal o lo hacen bien, en la medida que esa mayoría que tan mal lo pasa sea capaz de encontrar condiciones dignas de vida en la cotidianidad, por eso es muy importante que el nuevo gobierno se ponga a trabajar cuanto antes ya que lo que tiene por delante es lo que hará posible esa mejora.
Queda claro que de lo más importante dentro del sector primario no es planificar la macroeconomía del IBEX 35, CEOE o los Círculos de Empresarios, lo más importante no es vender ni más coches ni más servicios abriendo nuevos mercados con acuerdos por ejemplo con el nefasto MERCOSUR, precisamente de lo más importante y urgente es retomar el apoyo a la agricultura familiar en nuestro país que es la que de siempre en calidad y seguridad nos ha alimentado.
El apoyo es hacer lo mismo que sucede con los alquileres, poner topes, es decir que no se le pueda pagar al productor menos del costo más ganancia, no se trata de cambiar dinero, a la larga eso arruina al agricultor. se trata de poner orden en las importaciones con los cupos y las inspecciones fitosanitarias de lo que entra. No se pueden importar sin seguridad alimentaria cuando lo producimos aquí con seguridad, no se puede importar en épocas de producción local que hunden precios y arruinan al agricultor, pero además no beneficia a los consumidores ya que para los únicos que varían los precios es para el agricultor y su ruina.
Para el Sr. Planas el trabajo se le amontona, viene ahí la negociación de La PAC y eso no es una broma, pero para cambiar primero hay que escuchar con gratitud y generosidad a los pequeños y medianos agricultores, no se trata de oirlos, se trata de escucharlos, no dejarse llevar en eso reparto por las organizaciones agrarias en las que desde hace tiempo en su mayoría no cree el sector y por eso por su falta de credibilidad han aparecido pequeñas asociaciones y pueblos y comarcas y es ahí donde está la gran verdad y desde donde sale la calidad y la esperanza del sector, de las grandes organizaciones ya no sale ni la credibilidad, ni la calidad ni las esperanzas del sector, y por consiguiente la solución de esa España desatendida y a la que llaman desde los despachos vaciada.
Tiene por delante el Sr.Plana echar a los listos que desde su salón viendo la tele, reciben las ayudas, o que los campos de golf también la reciban sin producir alimentos, o que los proyectos que no produzcan alimentos no tengan cabida, vigilar a los que a la sombra del negocio fácil hacen trampas eliminando a los agricultores con proyectos supuestamente o mal llamados de interés público, que lo único que hacen es apoderarse de terrenos fértiles y cultivados con la ayuda delos redentores del campo y de funcionarios que no cumplen su función y para muestra un paseito por las ZEPAS de Castilla-La Mancha y un esfuerzo en escucharles, como digo, no oirles, escucharles. Y sobre todo poner coto o tope a los fondos buitres que han llegado de la mano de algunos impresentables al sector, y como sucede siempre con ellos, lo que menos les preocupa es el medio, tampoco la seguridad alimentaria, lo único como se sabe es hacerse con el control de la producción y ganar dinero, esa y no otra son las intenciones de esos fondos.
Y finalmente a la ciudadanía, consumir nuestros productos es ganar en calidad de vida, es asegurar que la alimentación de los suyos está en buenas manos, que los pesticidas no te van a enfermar, y que dime lo que comes y te diré lo que eres.