Martianos: la juventud de ayer, la juventud de hoy, la juventud de siempre
Por Orestes Martí.
“Cuando habla un joven, el alma recuerda dónde se enciende su vigor. Cuando habla un anciano, el alma descansa, confía, espera, sonreiría si tuviera labios, y parece que se dilata en paz”
José Martí
(Escenas mexicanas, Revista Universal, México, 13 de mayo de 1875)
Hace relativamente poco tiempo el Coordinador General de TESORO para América Central y el Caribe, Ingeniero Omar Ríos González, nos hizo llegar un material que bajo el título “Subversión CIA vs Juventud cubana. Una mirada al futuro…” había elaborado y se encontraba dándolo a conocer.
Realmente interesante, la Coordinadora Internacional TESORO lo ha publicado en el Canal que la Red de la Federación Internacional de Comunicadores Populares (RedFICP) opera en el Servicio TELEGRAM.
Es -como de costumbre- un trabajo muy minucioso el de Ríos González y obviamente lo recomendamos a nuestros amables lectores, si desean conocer también el “modus operandi” de manipulación de la información y de algunos errores que de forma involuntaria se cometen por quienes descuidan el empleo de fuentes confiables como referencia.
Por otra parte, la Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina ha publicado -y obviamente lo vamos a compartir de forma íntegra- un material relativo a un hecho histórico de gran significación -muy especialmente para quién esto escribe- por su contenido y alcance:
Cuba: Rememoran 60 años del I Congreso Latinoamericano de Juventudes
La Habana, 28 jul (Prensa Latina) El aniversario 60 del I Congreso Latinoamericano de Juventudes es evocado hoy como un encuentro que marcó la lucha por la independencia de los pueblos del Sur.
La cita reunió en La Habana a 339 delegados de 23 países y más de 230 organizaciones juveniles, estudiantiles y sindicales de América Latina y el Caribe, así como de África, Asia, Europa y Norteamérica.
Entre el 28 de julio y el 6 de agosto de 1960, el cónclave abogó por el entendimiento, la cooperación y la necesaria unidad contra el imperialismo.
En sus palabras de bienvenida, el comandante Ernesto Che Guevara denominó al proceso revolucionario como ‘este fenómeno, nacido en una ínsula del Caribe, que se llama hoy Revolución Cubana’.
En el teatro Karl Marx -entonces Blanquita-, el luchador cubano-argentino recorrió el presente y futuro posible del continente en una invitación a la reflexión y al debate sobre la transparencia del gobierno tras el triunfo del 1 de enero de 1959.
‘Todos los miembros del gobierno cubano, jóvenes de edad, jóvenes de carácter y de ilusiones, han, sin embargo, madurado en la extraordinaria universidad de la experiencia y en contacto vivo con el pueblo, con sus necesidades y con sus anhelos’, reconoció el Che.
De acuerdo con el guerrillero, se trató de un proceso, que desde el primer día atrajo ‘las miradas esperanzadas de todo un continente y las miradas furiosas del rey de los monopolios’.
‘Se nos ataca mucho por lo que somos, pero se nos ataca muchísimo más porque mostramos a cada uno de los pueblos de América lo que se puede ser’, añadió.
Pocos días después, en la clausura de la cita, el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, suscribió la Ley de Nacionalización de todos los bienes y empresas de Estados Unidos en la isla, incluidos 36 centrales azucareros y las compañías eléctrica y telefónica.
Además, otras 26 compañías norteamericanas que poseían tres refinerías de petróleo pasaron a manos del gobierno revolucionario.
El pasado año 2019, Wilkie Delgado Correa publicó en la Plataforma Cubainformación su trabajo “Fidel y el primer Congreso Latinoamericano de Juventudes” que también recomendamos pues incluso aporta tanto una valiosa información sobre el Congreso, como referencia a los discursos pronunciados por el Comandante Ernesto “Ché” Guevara y Fidel Castro Ruz, en el Teatro Blanquita.
Por cierto, Delgado escribe: “Como delegado al Congreso por el Movimiento Revolucionario 26 de Julio de Baracoa por la función que desempeñaba como Responsable Estudiantil de su dirección, aún no tengo la noción certera qué misteriosa y acertada organización, permitió salir de Las Mercedes, en las estribaciones de la Sierra Maestra, después de terminado el acto del 26 de julio en aquel lugar, llegar a Bayamo y luego ser transportado en un avión militar, con un grupo de milicianos y milicianas de Boyeros, rumbo a la ciudad de La Habana. Y una vez allí, sin complicación alguna, ser alojado en el Hotel Victoria, muy cercano a la sede del Congreso”. La posible respuesta: ¿No sería la labor desplegada entonces por el Comandante Joel Iglesias?.
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La Revolución siempre ha sido joven, fueron las palabras con las que me recibió Joel Iglesias, ese soldado rebelde que de mandadero se convirtió en teniente, y con 17 años era el comandante de menor edad en el Ejército Rebelde, y sin embargo el que más heridas ostentaba en su cuerpo. Cuando apenas habían pasado seis meses del triunfo, Joel recibió el encargo de Fidel y el Che, de presidir la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR), antecesora de la actual Unión de Jóvenes Comunistas.
