Ariguanabo TV
9 min readMar 8, 2020

Mujer: una “fecha especial”, para todos los días
Por Orestes Martí

Una vez más, este 8 de marzo se abordará en todo el planeta un tema que se refiere a la mitad de la población mundial, pero que incumbe a la totalidad de la misma.

Cada “escenario específico” presenta sus peculiaridades y particularidades; sin embargo no hay que olvidar que cada uno de ellos constituye un subconjunto del conjunto mayor y por lo tanto no deben ser analizados de forma aislada. Sabemos que no es sencillo, pero tampoco imposible, siempre que exista la voluntad política necesaria que se plasme en políticas concretas en las que se incluyan todos los elementos sociales, políticos y económicos que forman parte del tejido social humano.

Vamos a mostrar hoy algunas “piezas” que forman parte del inmenso puzzle de tal escenario mundial.

El próximo 8 de marzo no proclames que “sin nosotras no podrías vivir”. Mejor aún, lucha con nosotras. Foto: @MADRIZETA.

8 de marzo: Razones para una batalla inconclusa
Por: Ania Terrero
Publicado en: Letras de Género
En este artículo: Cuba, Desigualdad de género, Día de la Mujer, Federación de Mujeres Cubanas (FMC), Género, Mujer, Organización de las Naciones Unidas (ONU), Violencia de Género
5 marzo 2020

Por estos días una pregunta se impone: ¿cómo celebrar el Día de la Mujer? El próximo 8 de marzo no nos digas que somos “lo más hermoso que existe en el mundo”, ni nos elogies por nuestros “desvelos y sacrificios”. No proclames que “sin nosotras no podrías vivir”, ni compartas en Facebook poemas o imágenes dedicadas a “la mejor creacion de Dios”. No nos regales postales con frases hechas y mucho menos pañitos de cocina, agarraderas o cualquier otro utensilio para el trabajo del hogar. Mejor aún, el próximo 8 de marzo lucha con nosotras.

El Día Internacional de la Mujer, aunque tiende a confundir, es mucho más que una celebración. Es una fecha para conmemorar el sacrificio de tantas mujeres que, en la historia reciente de la humanidad, han batallado sin tregua por la igualdad y han logrado los primeros cambios. Es una justificación para, como cualquier otro día, luchar por los derechos que aún nos faltan, denunciar la violencia de género y educar en los principios de la equidad y el respeto.

Ciertas felicitaciones y algunos tipos de regalos no solo desvirtúan el origen y objetivo de esta fecha, sino que pueden reforzar estereotipos de género y micromachismos. Compartir frases comunes como: “A ti que trabajas día a día, por construir un hogar y un mundo mejor” o regalar útiles para los quehaceres en casa, validan una distribución de roles preimpuesta en la que ellas siguen siendo las encargadas del hogar. Y si no lo crees, piensa cuántas veces los hombres reciben regalos de este tipo. Estas y otras expresiones sutiles de discriminación y violencia hacia la mujer ayudan, a la larga, a mantener relaciones de poder y dominación.

El 8 de marzo no es una fecha seleccionada al azar. Entre sus antecedentes estuvo un acuerdo de la Conferencia Internacional de la Mujer Trabajadora de 1910 en Copenhague, Dinamarca. Por iniciativa de algunas de las principales luchadoras de aquellos años como Clara Zetkin y Rosa Luxemburgo, un centenar de mujeres de 17 países aprobaron conmemorar un día global para ellas y aunque no fijaron fecha concreta, sí dijeron que sería en marzo. Un año después, el 19, se celebraría por primera vez.

Uno de los capítulos más dolorosos en la historia de la lucha por la igualdad de derechos también influyó en la definición de este día. En marzo de 1911, un incendio en una fábrica textil de Nueva York cobró la vida de 123 obreras. Las trabajadoras no pudieron escapar porque los responsables de la fábrica habían cerrado todas las salidas, una práctica habitual entonces para evitar robos. Ellas trabajaban en pésimas condiciones y el accidente movilizó a muchas otras en la batalla por derechos elementales.

Poco a poco la tradición de un Día de la Mujer en marzo fue ganando seguidores en diferentes países. Pero no fue hasta 1975 que la Organización de Naciones Unidas (ONU) estableció y celebró por primera vez el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo.

En palabras de la ONU, esta fecha “se refiere a las mujeres corrientes como artífices de la historia y hunde sus raíces en la lucha plurisecular de la mujer por participar en la sociedad en pie de igualdad con el hombre”.

El próximo domingo, mujeres de muchos países saldrán a las calles para exigir una vez más derechos elementales. Las argentinas, con sus pañuelos verdes, continuarán respaldando la legalización del aborto seguro y gratuito. En España, el foco de las protestas estará sobre todo en el marcado incremento de los casos de violencia sexual y en la necesidad de una educación más plural, donde ellas sean visibles desde las primeras etapas. Las mexicanas, mientras tanto, llamarán la atención sobre el aumento de la violencia y los feminicidios en esa nación.

No es para menos, en un mundo donde una de cada tres mujeres sufre violencia a lo largo de su vida, sobran los motivos para hacer de esta fecha un día de huelga, activismo y lucha. Según datos recientes de la ONU, ellas representan dos tercios de la población más pobre del mundo y 830 mueren cada día de causas evitables relacionadas con el embarazo.

En paralelo, solo una de cada cuatro parlamentarios en el mundo es mujer, las investigadoras son solo el 29 por ciento de los trabajadores de este campo, existen restricciones legales que impiden a 2 700 millones de mujeres acceder a las mismas opciones laborales que los hombres y hasta 2086, no se cerrará la brecha salarial si no se contrarresta la tendencia actual. Como promedio, en la actualidad, ellas ganan un 16,4 por ciento menos que los hombres.

En Cuba, con el trabajo durante años de organizaciones como la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), muchas batallas fueron ganadas en asuntos de género. Pero tenemos aún varias deudas.

La igualdad de derechos y oportunidades alcanzada y fortalecida en diferentes áreas durante las últimas seis décadas –mismos salarios por igual trabajo, acceso a la educación, derecho a la propiedad y la herencia, derecho a la planificación familiar y al aborto en condiciones seguras, participación equitativa en diversos espacios profesionales, entre otros — necesita, cada vez más, revertirse en todos los planos de la vida.

Como ya hemos contado en otros artículos de esta sección, uno de los principales desafíos pasa por la cultura machista dominante que sigue condicionando las relaciones entre mujeres y hombres y que se afianza en estereotipos, normas sociales, costumbres y tradiciones, transmitidas de generación en generación.

A pesar de la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, de la feminización de la enseñanza superior y de la fuerza técnica del país, ellas siguen ocupando las plazas de menor remuneración y se ven en situación desfavorable por seguir jugando el papel de principales cuidadoras en el seno de la familia. La mayoría siguen sometidas a una doble jornada y el trabajo que se realiza en el hogar sigue sin valorarse como un aporte económico.

En paralelo, el mantenimiento de los avances en materia de inserción social de las mujeres y la protección de sus derechos se vislumbra como un desafío en el actual proceso de actualización del modelo económico cubano, cuando cobran fuerza la iniciativa privada y la cooperativa.

En un escenario de descenso de la fecundidad a niveles por debajo del reemplazo poblacional desde 1978, la tasa de fecundidad adolescente, al cierre de 2018, fue de 54,6 nacimientos por cada mil jóvenes entre 15 y 19 años de edad. Esto implica graves riesgos en materia de salud para las madres que, además, suelen interrumpir sus estudios y frenar sus posibilidades de desarrollo futuro.

En Cuba, por cierto, también hay violencia contra la mujer por motivos de género. Este fenómeno se registra en el país en todas sus formas, independientemente del nivel educacional o económico, el lugar donde se vive, la raza, la orientación e identidad sexual. Desde el acoso naturalizado en piropos y la violencia psicológica dentro de las relaciones de pareja hasta otros episodios mucho más graves. Últimamente, con el incremento del acceso a Internet y uso de las redes sociales, se visibilizan muchos más casos.

Según la Encuesta Nacional sobre Igualdad de Género (ENIG-2016), realizada por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) y la FMC, el 39,6 por ciento de las mujeres entrevistadas declaró haber sufrido violencia en algún momento de sus vidas, en el contexto de sus relaciones de pareja. Por otra parte, en 2019, el informe nacional cubano de cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible reportó una tasa de feminicidios de 0.99 por cada 100.000 mujeres de 15 años o más para el año 2016.

Además, persiste sexismo en los medios de comunicación y en productos comunicativos diversos. Se distribuyen mensajes reproductores de estereotipos y prejuicios que contribuyen a disminuirlas. Incluso en algunos espacios se les culpa por los bajos índices de fecundidad.

La lista de desafíos en Cuba en asuntos en igualdad de género es larga, continúa más allá de los datos y situaciones aquí reflejadas. El contexto amerita que nuestro 8 de marzo también sea de activismos y no solo de celebración: un día para reflexionar, mirar hacia atrás y valorar lo conseguido; un día para proyectar las batallas futuras; un día para seguir luchando.

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ECURED

Día Internacional de la Mujer. El día 8 de marzo se considera como un día festivo y conmemorativo; sin embargo, hubo acontecimientos históricos que condujeron a que ese día se convirtiera en el Día Internacional de la Mujer. Fue en la Segunda Conferencia de Mujeres Socialistas (Copenhague, 1910) donde se constataba que las mujeres estaban ocupando un vigoroso lugar en las luchas de la clase obrera, al punto de “convertirse en una fuerza social que no puede ser ignorada en el proceso de la lucha de clases”, y donde se votó por este día anual de lucha por la emancipación de la mujer. Allí se dejó librada la fecha de realización a cada país

Manifestantes durante la huelga feminista en el Día Internacional de la Mujer en Madrid. 8 de marzo de 2019. Juan Medina / Reuters

En lucha contra las violencias machistas, con divisiones internas y la ultraderecha en pie de guerra: el 8M busca otro día histórico en España
Publicado: 8 mar 2020
La cita llega con un nuevo Gobierno de coalición con espíritu feminista que acaba de aprobar el anteproyecto de Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual, que consagra el ‘solo sí es sí’.

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ACTUALIZACIONES:

FOTO. Agencia SANA

En el Día Internacional de la Mujer, la sangre de la mártir Ghalia Farahat sigue siendo un faro para el sacrificio.
A lo largo de la historia, las mujeres sirias han sido un ejemplo de sacrificio, patriotismo y contribución a la resistencia de la ocupación y el terrorismo, y uno de esos ejemplos es la mártir, Ghalia Farhat, quien cayó el 8 de marzo de 1987.

La expresión propia de las mujeres en igualdad de condiciones con los hombres en todos los ámbitos de la vida — personal, social, físico, intelectual y espiritual- libera enormes fuerzas creativas y productivas, fomenta nuevas formas de participación y, al mismo tiempo, cambia las actitudes de los hombres.

Desde 1955 El Correo participa en esta dinámica donde ya se preguntaba de manera irónica y provocativa: ¿La mujer, es un ser inferior?

Descubra nuestros números especiales dedicados a la mujer

La Mujer a la conquista de más espacios de libertad, abril — juino de 2011
Mujeres entre dos orillas, febrero de 2008
Ciudadanas al poder, junio de 2000
Mujeres: la mitad del cielo, septiembre de 1995
La Mujer: entre la tradición y el cambio, abril de 1985
La Mujer invisible, julio 1980
Año Internacional de la Mujer, marzo de 1975
¿La mujer, es un ser inferior?, noviembre de 1955

Mujeres reclaman el aborto legal, seguro y gratuito durante una manifestación en el Día de la Mujer, Buenos Aires. 8 de marzo de 2019.Juan Mabromata / AFP

¿Qué reclamos marcarán el Día Internacional de la Mujer en América Latina?
Millones de activistas se movilizan para exigir legalización del aborto, combate a femicidios y políticas con perspectiva de género.
En Argentina por primera vez un presidente impulsa la legalización del aborto. En México organizan el Paro Nacional de Mujeres. En El Salvador preparan el Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe. En Chile los reclamos feministas se imponen rumbo al plebiscito constitucional y en Bolivia, en medio de las campañas presidenciales posteriores al golpe de Estado.

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Miembro de la Red de la Federación Internacional de Comunicadores Populares (RedFICP)

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