Pueblos: Colombia y la paz (en peligro permanente)
Por Orestes Martí
No hay duda alguna de que Colombia es un estado donde la violencia ha estado presente desde hace muchos años. Sin embargo, amplias capas sociales han luchado -y luchan- por que la paz prevalezca.
Según datos de la Enciclopedia cubana ECURED, sobre la historia reciente de Colombia; “Entre 1930 y 1946 el Partido Liberal tomó el poder gobernando desde una perspectiva revanchista. En 1932 se desató la Guerra colombo-peruana de 1932–1933 cuyo desenlace garantizó la participación colombiana en el condominio amazónico.
“Tras divisiones internas liberales, los conservadores retoman el poder presidencial, más no las mayorías en el congreso. En 1948, con el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, que había despertado grandes esperanzas en los sectores populares, estalló el Bogotazo del que se desprendió la época de la Violencia bipartidista, guerra civil que perduró hasta principios de los años 1960.
“También se dieron los movimientos de autodefensas del Tolima y de los Llanos Orientales, con iniciativas como la Segunda Ley del Llano, de la que prefirieron desistir los líderes guerrilleros que eran predominantemente liberales. Entre tanto, el gobierno dio inicio a la participación de Colombia en la Guerra de Corea.
“Los conservadores mantuvieron la presidencia hasta 1953, cuando la clase política propició un golpe de estado que entregó el poder al General Gustavo Rojas Pinilla.
“La mayoría de las guerrillas, atraídas por las propuestas de paz del Gobierno, entregaron sus armas, pero varios de sus miembros fueron asesinados posteriormente. Un acuerdo entre los partidos liberal y conservador, puso fin a la dictadura de Rojas Pinilla, y tras una Junta Militar provisional se crea el Frente Nacional como un regreso a la democracia electoral repartiendo la alternancia en la presidencia entre estos dos partidos. Si bien este Frente termina con la violencia bipartidista, cierra las puertas a otras opciones, lo que impulsa a algunos antiguos guerrilleros liberales a crear y retornar al ELN, M-19 y las FARC“
Hoy vamos a tratar de actualizar a nuestros lectores sobre la situación actual que presenta el escenario colombiano, a través de las plataformas de vocación social TeleSUR y Prensa Latina y dos interesantes artículos sobre el tema.
30 años del acuerdo de paz del M-19 con el Gobierno colombiano
El acuerdo de paz del M-19 permitió a los combatientes del grupo armado participar activamente en la Asamblea Constituyente y colaborar en la redacción de la Constitución de 1991.
Este 9 de marzo se cumplen 30 años de la firma del acuerdo de paz entre el Movimiento 19 de Abril (M-19) y el Gobierno colombiano presidido por Virgilio Barco en el campamento de Santo Domingo, departamento del Cauca, suroeste de Colombia.
“Con la firma del acuerdo de paz se concretó la desmovilización del grupo armado para constituirse en una agrupación política legal y participar activamente en la redacción de la nueva constitución colombiana”.
Creación del M-19. El M-19 surgido a raíz del presunto fraude de las elecciones presidenciales del 19 de abril de 1970, en las que el político Misael Pastrana venció al general y dictador Gustavo Rojas Pinilla. En 1975 un grupo de intelectuales, militantes de izquierda y los representantes del ala socialista de Alianza Nacional Popular (ANAPO) conformaron el M-19.
A diferencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia — Ejército del Pueblo (FARC-EP) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), este grupo insurgente se concentró en los centros urbanos y no en las zonas rurales.
El grupo insurgente se caracterizó por la espectacularidad de sus acciones armadas entre las que se encuentra el robo de alrededor de siete mil armas de las instalaciones del Cantón Norte del Ejército Nacional de Colombia en Bogotá el 31 de diciembre de 1978, la toma de la embajada de República Dominicana el 27 de febrero de 1980 y el asalto al Palacio de Justicia el 6 de noviembre de 1995.
Diálogos de Paz. Estas acciones armadas llevaron al M19 junto a otros grupos insurgentes a pensar en cambiar la lucha armada y convertirse en una agrupación política con todas las garantías legales. El proceso de diálogos se inició en la década de 1980.
El M-19 conformó la Coordinadora Nacional Guerrillera (CNG), agrupación que se reestructuró con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejército Popular de Liberación (EPL) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), dándose a conocer como Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar (CGSB). Su propósito era presentar un frente unido en las negociaciones de paz emprendidas con el Gobierno.
En enero de 1989 se realizó la primera reunión oficial entre el M19 y el Gobierno colombiano. Posteriormente llegarían los acuerdos en los cuales la insurgencia aceptaba las condiciones de política de paz del Gobierno y reconocía que el diálogo debía llegar a la desmovilización de su cuerpo armado. Por su parte, el Gobierno aceptaba que se abrieran espacios para discutir los problemas del país y creó las condiciones para su inserción a la política.
Acuerdo de paz. Tras la desmovilización y posterior firma del acuerdo de paz el 9 de marzo de 1990 entre la dirigencia del M-19 y el Gobierno colombiano en el campamento de Santo Domingo, el grupo armado puso fin a la lucha armada.
El M-19 comenzó su participación política con la posibilidad de hacer tambalear el poder de los partidos conservador y liberal que habían dominado la vida política en la nación.
La desmovilización del grupo insurgente llevó a la formación del grupo político Alianza Democrática M-19.
El éxito de la participación política se vio en la conformación de la Asamblea Nacional Constituyente de 1991, donde Alianza Democrática M-19 obtuvo varios curules y a contribuir en la redacción de la nueva Carta Magna colombiana.
A pesar de la firma del acuerdo de paz, el 25 de abril de 1990 el líder de M-19, Carlos Pizarro, fue asesinado. Pizarro era candidato a la Presidencia de Colombia por el partido Alianza Democrática M-19.
El éxito del partido del M-19 se fue diluyendo con el pasar de los años en parte por la falta de las principales mentes del grupo insurgente, quienes fallecieron durante la lucha armada, dejando a la agrupación política sin un norte ideológico
FARC en Colombia denuncia pretensiones de desmontar Acuerdo de Paz
Bogotá, 9 mar (Prensa Latina) El partido colombiano FARC denunció hoy lo que considera pretensiones del gobierno de desmontar al Acuerdo de Paz negociado en La Habana y firmado en 2016 por el Estado y la ex guerrilla FARC-EP.
En lo que concierne a la implementación del Acuerdo, reafirmamos nuestro análisis no solo en los incumplimientos por parte del presidente (Iván) Duque, sino sobre sus reiteradas pretensiones de desmontar o distorsionar lo acordado, que vienen siendo disfrazadas mediante una estrategia de simulación, expresó.
El camino de la perfidia es el escogido por el actual gobierno, así afirme lo contrario. No obstante, en contraposición a ello, también ha venido creciendo el apoyo social al Acuerdo por parte de procesos tan importantes como el movimiento Defendamos la Paz, dijo en una declaración política.
Asimismo, destacó el declarado compromiso con la implementación y la reincorporación por parte de gobiernos locales, así como también ‘el papel relevante de la comunidad internacional, que nos reconfirma su importancia central en el proceso de implementación’.
La Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) ratificó su compromiso por la paz completa, estable y duradera para Colombia.
Por eso, ‘rechazamos las pretensiones anunciadas desde el partido de gobierno de impulsar proyectos de ley que buscan echar por tierra la Jurisdicción Especial para la Paz, escondiendo tras la aparente defensa de las víctimas, sus oscuras intenciones.
En ese sentido, apeló a la sensatez del Congreso de la República para que no prosperen estos proyectos que pondrían en grave riesgo la construcción de la paz.
‘Advertimos la acentuación de la política de derecha del gobierno de Duque, con una mayor resonancia de los sectores más extremistas de corte fascista, lo cual es más preocupante si se considera la manifiesta debilidad e incompetencia del gobierno, que lo pueden hacer aún más agresivo y llevar a la tentación autoritaria’, manifestó.
Por otra parte, subrayó que advierten exacerbación de la situación de violencia política que se expresa ‘en un verdadero baño de sangre, persistente, sistemático, contra líderes, contra lideresas y líderes sociales defensores y defensoras de derechos humanos, exguerrilleros y exguerrilleras’.
También puntualizó que los días 6 y 7 de marzo realizaron en el municipio de Tocaima (centro) su Pleno del Consejo Nacional de Comunes, con la asistencia de 66 de sus integrantes, que viajaron de todos los lugares del país, en un ambiente de camaradería y de reafirmación de propósitos de unidad interna.
mem/mfb
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