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8 min readJul 24, 2023

Pueblos: Indígenas
Por Orestes Martí

Según Wikipedia: “En sentido amplio, el término indígena ​​se aplica a todo aquello que es relativo a una población originaria del territorio que habita, ​ cuyo establecimiento en él precede al de otras etnias o cuya presencia es lo suficientemente prolongada y estable como para tenerla por oriunda”.

En relación con este tema y el más que controvertido “descubrimiento” -para unos -“encuentro entre culturas”- ​para otros -”invasión y genocidio”- para no pocos…. en fin que hoy domingo vamos a compartir el interesante trabajo de Historiador y analista ecuatoriano Juan J. Paz y Miño Cepeda*, -colaborador de Prensa Latina-titulado «Indígenas en América y Europa»

“Quito (Prensa Latina) En 1992, con motivo de la conmemoración de los 500 años del “descubrimiento” de América por las grandes monarquías de Europa, se produjo un amplio y generalizado debate sobre los procesos de conquista y colonización en el continente.
El mundo de la historia contada
En aquellos momentos también se intentó “suavizar” conceptos y realidades, y se habló de “encuentro de dos mundos”. Pero existe una amplísima bibliografía que permite conocer y comprender el significado histórico de los acontecimientos del pasado.
“Hace dos décadas se publicó en España una fabulosa colección de 53 obras de las “Crónicas de América”, en la cual autores como Cristóbal Colón, Hernán Cortés o Pedro de Cieza de León y tantos otros cronistas y relatores del siglo XVI, dan cuenta del proceso de conquista y describen la vida de los “indios” en todo el continente. Un libro extraordinario, El primer Nueva corónica y buen gobierno de Guamán Poma de Ayala (del que más se conocen sus famosos dibujos), posiblemente fue escrito a inicios del siglo XVII, pero el manuscrito fue descubierto en 1909 y recién publicado en 1936. Esta obra transformó los conocimientos sobre el imperio de los Incas. Imposible dejar de nombrar a fray Bartolomé de las Casas y sus dos obras fundamentales: Brevísima relación de la destrucción de las Indias y la Historia de las Indias, de mediados del siglo XVI, que describen las atrocidades de la conquista y la colonización sobre los indios.
“Saltando distancias, hay una pléyade de investigadores sobre el mundo indígena de la época de la conquista. Nathan Wachtel, en Los vencidos. Los indios del Perú frente a la conquista española (1530–1570) destacó cómo la cultura de los Incas, tan diferente a la de los “blancos” conquistadores, fue determinante en su propia derrota. El mexicano Miguel León Portilla, en Visión de los Vencidos. Relaciones Indígenas de la Conquista, puso en claro lo que ocurrió en el pueblo Azteca. En la gran lista de estudiosos, al menos citaré a John V. Murra o a Waldemar Espinoza Soriano en sus trabajos sobre los Incas, o a Alberto Ruz Lhuillier sobre los Mayas y a Josefina Oliva de Coll en La resistencia indígena ante la conquista. Jorge Juan y Antonio de Ulloa dejaron, en sus Noticias secretas de América (1735), una detallada relación sobre las realidades del coloniaje en lo que hoy constituyen las repúblicas de Venezuela, Colombia, Ecuador y Perú. Pero también cabría nombrar a Jacques Lafaye, quien en Los conquistadores, trazó la visión que, en el otro extremo, tuvo el conjunto de aquellos aventureros al llegar a tierras indígenas, en las que creían no solo cumplir una misión divina sino reeditar el proceso de la Reconquista contra los “moros” en España.
“Existe, por tanto, contundente bibliografía histórica para entender, sin lugar a duda ni titubeos, que la conquista fue un proceso sangriento de sometimiento y destrucción sobre las poblaciones indígenas de América. Y para comprender, además, que para América Latina el coloniaje marcó las bases del “proceso de acumulación primitiva de capitales”, estudiado por K. Marx en El Capital, y que fuera tan beneficioso para Europa, así como también marcó el subdesarrollo de la región, del cual aún no se logra desprender.
“El nuevo relato
“En una nueva era de redefinición de las relaciones internacionales como la que vivimos en el presente y en la cual ha comenzado el quiebre histórico de la hegemonía de Estados Unidos/Europa, nuevamente se acude a revisar la historia para ofrecer otros enfoques que salven la situación tradicional. De la mano de académicos y políticos identificados con las derechas, tanto en España (y Portugal) como entre los autodenominados “hispanistas” de América Latina, han aparecido posiciones y estudios que identifican a los conquistadores como “libertadores” de pueblos, porque a ellos se unieron sectores de las noblezas Aztecas o Incas y miles de indígenas que tenían múltiples razones para levantarse contra las capas dominantes internas. Pero también reivindican una “comunidad hispánica”, bajo la idea de que nunca existió coloniaje, pues estas tierras americanas eran provincias de la Madre Patria, que ejerció una acción benéfica (https://rb.gy/vm6sh). Tratan de negar procesos que no fueron “leyenda negra”, sino realidades demostradas desde los escritos del siglo XVI.
“En otro reciente estudio, destacado por agencias internacionales de prensa, acogido como novedad atrayente para la renovación histórica y titulado
El descubrimiento de Europa. Indígenas y mestizos en el Viejo Mundo (https://rb.gy/p6nfk), Esteban Mira Caballos pormenoriza, con lujo de fuentes, cómo fue la llegada de los primeros indígenas a España (llevados inicialmente como esclavos); sigue, además, las huellas de antiguos nobles indígenas que lograron trasladarse a España, y estudia las migraciones indígenas (también de mestizos), que crearon espacios propios de vida y acción. Sin duda, apunta a resaltar los aportes socioculturales que los indígenas lograron introducir en tierras tan lejanas y que los propios europeos no suelen creer y menos admitir.
“Entre sus varias obras, Mira Caballos tiene un libro anterior:
Conquista y destrucción de las Indias, 1492–1573, en el cual reconoce la naturaleza brutal y destructora de la conquista. Pero, a propósito de su reciente libro, este historiador no ha dejado de añadir cierta inclinación “europeizante” y llega a afirmar que la conquista, en definitiva, no fue tal, sino un proceso en el que el 95 por ciento de los “conquistadores” eran indígenas (https://rb.gy/gh3al); señala las alianzas de muchos nobles con los españoles, así como observa antiguos curacas/caciques convertidos en dominadores de sus propios pueblos. A propósito de estas afirmaciones, claro que es conocida la alianza que trabaron poblaciones indígenas enteras para apoyar a los blancos conquistadores y para tratar de obtener ventajas de ello. Pero eso no les convierte en “conquistadores” que tuvieran en mente la conquista de esencia colonialista que portaban los blancos españoles/ europeos al servir de instrumentos de la avanzada mercantilista, en plena era capitalista.
“De modo que las nuevas formas europeizantes de concebir la conquista y el coloniaje tratan de minimizar el carácter brutal y destructor que tuvo el proceso de conquista en América Latina y buscan encontrar una comunidad internacional entre iguales, cuando lo cierto es que desde la época colonial hasta el presente, es una realidad incontrastable la diferenciación marcada entre el norte dominante y el sur global dependiente y dominado por potencias capitalistas centrales, que aprovecharon del antiguo colonialismo para forjar su propia vía de desarrollo, del que fueron apartados los países latinoamericanos
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(Tomado de Firmas Selectas)

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El “Descubrimiento” de América por Eduardo Galeano

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Eduardo Galeano

La historia que duele
“En Argentina, como en toda América, los indios fueron los primeros desaparecidos. Desaparecieron antes de aparecer. El general Roca llamó conquista del desierto a su invasión de las tierras indígenas. La Patagonia era un espacio vacío, un reino de la nada, habitado por nadie.”

Twitter:

Cecilia Verónica Heyder
@ceciliaheyder
12 DE OCTUBRE, EL “DESCUBRIMIENTO” DE AMÉRICA Y LA HISTORIA OFICIAL
Por Eduardo Galeano.
Cuenta la historia oficial que Vasco Núñez de Balboa fue el primer hombre que vio, desde una cumbre de Panamá, los dos océanos. Los que allí vivían, ¿eran ciegos?
¿Quiénes pusieron sus primeros nombres al maíz y a la papa y al tomate y al chocolate y a las montañas y a los ríos de América? ¿Hernán Cortés, Francisco Pizarro? Los que allí vivían, ¿eran mudos?
Nos han dicho, y nos siguen diciendo, que los peregrinos del Mayflower fueron a poblar América. ¿América estaba vacía?
Como Colón no entendía lo que decían, creyó que no sabían hablar.
Como andaban desnudos, eran mansos y daban todo a cambio de nada, creyó que no eran gentes de razón.
Y como estaba seguro de haber entrado al Oriente por la puerta de atrás, creyó que eran indios de la India.
Después, durante su segundo viaje, el almirante dictó un acta estableciendo que Cuba era parte del Asia.
El documento del 14 de junio de 1494 dejó constancia de que los tripulantes de sus tres naves lo reconocían así; y a quien dijera lo contrario se le darían cien azotes, 👇
Se le cobraría una pena de diez mil maravedíes y se le cortaría la lengua.
El notario, Hernán Pérez de Luna, dio fe.
Y al pie firmaron los marinos que sabían firmar.
Los conquistadores exigían que América fuera lo que no era. No veían lo que veían, sino lo que querían ver: la fuente de la juventud, la ciudad del oro, el reino de las esmeraldas, el país de la canela.
Y retrataron a los americanos tal como antes habían imaginado a los paganos de Oriente.
Cristóbal Colón vio en las costas de Cuba sirenas con caras de hombre y plumas de gallo, y supo que no lejos de allí los hombres y las mujeres tenían rabos.
En la Guayana, según sir Walter Raleigh, había gente con los ojos en los hombros y la boca en el pecho.
En Venezuela, según fray Pedro Simón, había indios de orejas tan grandes que las arrastraban por los suelos.
En el río Amazonas, según Cristóbal de Acuña, los nativos tenían los pies al revés, con los talones adelante y los dedos atrás, y según Pedro Martín de Anglería las mujeres se mutilaban un seno para el mejor disparo de sus flechas.
Anglería, que escribió la primera historia de América pero nunca estuvo allí, afirmó también que en el Nuevo Mundo había gente con rabos, como había contado Colón, y sus rabos eran tan largos que sólo podían sentarse en asientos con agujeros.
El Código Negro prohibía la tortura de los esclavos en las colonias francesas. Pero no era por torturar, sino por educar, que los amos azotaban a sus negros y cuando huían les cortaban los tendones
Eran conmovedoras las leyes de Indias, que protegían a los indios en las colonias españolas. Pero más conmovedoras eran picota y la horca clavadas en el centro de cada Plaza Mayor.
Muy convincente resultaba la lectura del Requerimiento, que en vísperas del asalto a cada aldea explicaba a los indios que Dios había venido al mundo y que había dejado en su lugar a San Pedro y que San Pedro tenía por sucesor al Santo Padre y que el Santo Padre había hecho merced a la reina de Castilla de toda esta tierra y que por eso debían irse de aquí o pagar tributo en oro y que en caso de negativa o demora se les haría la guerra y ellos serían convertidos en esclavos y también sus mujeres y sus hijos.
Pero este Requerimiento de obediencia se leía en el monte, en plena noche, en lengua castellana y sin intérprete, en presencia del notario y de ningún indio, porque los indios dormían, a algunas leguas de distancia, y no tenían la menor idea de lo que se les venía encima.

Vídeos:

Han surgido un sinnúmero de hallazgos que develan el verdadero rostro de la conquista española en los pueblos nativos de América, después de 500 años, h. ¿Qué hay detrás del considerado “gran hito de la historia del continente americano”?
Palabras del escritor Eduardo Galeano en la inauguración del Premio Casa de las Américas 2012. Fe de erratas. Donde dice: 12 de octubre de 1492, debe decir: 28 de abril de 1959. En ese día de abril fue fundada, en Cuba, la Casa que más nos ha ayudado a descubrir América y las muchas Américas que América contiene. La otra fecha, la de octubre, rinde homenaje a sus presuntos descubridores, esos que la historia oficial aplaude, pero ellos fueron más encubridores que descubridores: iniciaron el saqueo colonial mintiendo la realidad americana y negando su deslumbrante diversidad y sus más hondas raíces. En cambio, la Casa de las Américas, nacida de la Revolución cubana, lleva más de medio siglo ayudándonos a vernos con nuestros propios ojos, desde abajo y desde adentro, y no con las miradas que desde arriba y desde afuera nos han humillado desde siempre. Esta Casa es mi casa, la casa nuestra. Y porque así la siento, y así la sé, he sido y seguiré siendo su siempre amigo, de acuerdo con aquella definición de la amistad que nos legara Carlos Fonseca Amador, el fundador del Frente Sandinista: “El verdadero amigo es el que critica de frente y elogia por la espalda”. Pero a veces no viene mal elogiar de frente, cuando no es por deber de cortesía, ni por hipócrita adulación, ni por miedo a la verdad. Y entonces uno puede decir, pongamos por caso: gracias, gracias mil a la Casa de las Américas, por todo lo que ha hecho y hace para la revelación de nuestras energías creadoras, mil veces asesinadas y mil veces resucitadas. Y gracias, gracias mil, porque esas porfiadas voces renacidas, que nos hablan desde el pasado más remoto y desde el más cercano presente, han encontrado en la Casa un espacio de encuentro y una caja de resonancia que hasta entonces no existían. Gracias, pues, mil gracias, por ese alimento de vitamina d, “d” de dignidad, que tanto nos ayuda a creer que el deber de obediencia, impuesto por los poderosos del mundo es, puede ser nuestra penitencia pero no es, ni puede ser nuestro destino.
Matut y su abuela asisten hoy a una protesta en defensa de sus bosques y territorios. Durante su viaje, nuestras hermanas del pueblo awajún reflexionan sobre la resistencia de los pueblos indígenas desde tiempos milenarios. Cuentan cómo los pueblos originarios establecimos nuestras propias reglas de vida manteniendo un vínculo con nuestros saberes ancestrales y en armonía con la Madre Naturaleza. A pesar de la indiferencia, abandono y vulneración de nuestros derechos por parte de los gobiernos, los pueblos indígenas y originarios seguiremos levantando nuestra voz para lograr el ejercicio pleno de nuestros derechos individuales y colectivos. Nos mantendremos de pie, como siempre lo hicimos. *Este vídeo fue realizado por ONAMIAP en el marco del proyecto “Promoviendo el Reconocimiento y Protección de los Derechos de los Pueblos Indígenas en REDD+ en Birmania y Perú”, que cuenta con el apoyo de NICFI e Iwgia. *Agradecemos a Vídeos Creados con Dibujos (VCD), Ketty Marcelo, Valeria Coronado, Gabriela Gonzales, Noemí Melgarejo, Harlem Mariño y a todas las personas que hicieron posible este material audiovisual.
La importancia de respetar a los pueblos indígenas y los beneficios que nos puede aportar a nosotros mismos. Especialista en convertir los silencios en los gritos protagónicos de la existencia. En cada paso que da se despoja de los dolores y contagia la alegría de hacer del Derecho una causa para transformar relaciones de poder. Abogado impertinente con el no saber y tenaz en la protección de nuestros orígenes. Un ajedrecista para convertir los sufrimientos en motivos de lucha. Abogado querellante en el Juicio por la Masacre de Trelew y en el Juicio por Espionaje ilegal en Democracia. Hizo de la abogacía una militancia activa en donde siembra la esperanza de la visibilidad de quienes somos. Poniendo en el centro los derechos de los pueblos originarios, bregó por la participación de los olvidados

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