Pueblos: Nuestro mundo, no sólo son cifras
Por Orestes Martí
Hemos recibido una interesante información que vamos a compartir de inmediato con nuestros amables lectores; se titula “NUESTRO MUNDO EN CIFRAS”:
“La población actual de la Tierra es de alrededor de 8 mil millones de habitantes (Diciembre de 2022).
Para la mayoría de la gente, es una cifra grande. Eso es todo.
Sin embargo, porcentualmente podemos apreciarlo en una dimensión más humanamente manejable. El análisis resultante es relativamente más fácil de comprender.
De ese total del 100%:
UBICACIÓN
11% están en Europa
5% están en América del Norte
9% están en América del Sur
15% están en África
60% están en Asia
LUGAR DE RESIDENCIA
49% viven en el campo
51% viven en ciudades
IDIOMA
12% hablan chino
5% hablan español
5% hablan ingles
3% hablan árabe
3% hablan hindi
3% hablar bengalí
3% hablan portugués
2% hablan ruso
2% hablan japonés
62% hablan un idioma propio nativo.
VIVIENDA
77% tienen sus propias casas.
23% no tienen dónde vivir.
ALIMENTACIÓN
21% están sobrealimentados.
63% pueden comer comidas completas.
15% están desnutridos, comió la última comida, pero no llegó a la siguiente.
COSTO GENERAL DE LA VIDA
El costo de vida diario del 48% es menos de 2 dólares.
ACCESO AL AGUA
87% tienen agua potable limpia.
13% carecen de agua potable limpia o tienen acceso a una fuente de agua contaminada.
COMUNICACIONES.
DISPOSITIVOS ELECTRÓNICOS
75% tienen teléfonos móviles
25% no.
ACCESO A INTERNET
30% tienen acceso a internet.
70% no tienen condiciones para conectarse.
EDUCACIÓN
SUPERIOR
7% recibieron educación universitaria.
93% no asistieron a la universidad.
BÁSICA.
83% puede leer.
17% son analfabetos.
RELIGIÓN
33% son cristianos.
22% son musulmanes.
14% son hindúes.
7% son budistas
12% son de otras religiones.
12% no tienen creencias religiosas.
ESPERANZA DE VIDA.
26% viven menos de 14 años
66% murieron entre los 15 y los 64 años
8% tienen más de 65 años.
“CONCLUSIONES”: ¡Si tienes tu propia casa, comes 3 comidas completas y bebes agua limpia, tienes carro propio, un teléfono móvil, puedes navegar por internet y has podido ir a la universidad, estás en el minúsculo lote privilegiado (en la categoría de menos del 7%).
En las condiciones actuales, de cada 100 personas del planeta, solo 8 pueden vivir o superar los 65 años.
Si tienes más de 65 años, debes estar contento y agradecido. Aprecia la vida, aprovecha cada momento.
Si no dejaste este mundo antes de los 64 años, como las 92 personas que se fueron antes que tú, ya eres un bienaventurado entre la humanidad.
¡Cuida bien tu propia salud porque nadie se preocupa más que tú mismo!
Hasta aquí el “mensaje” que -como puede apreciarse- se limita a brindar datos sin entrar -como era de esperar- en el análisis de causas y efectos; principalmente en lo primero (las causas).
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Telegram:
El 11 de julio se celebró el Día Mundial De La Población cuando el orbe cuenta ya con 8 mil 045 millones de personas.
¿Cuáles son los principales problemas de la población?
Un buen recordatorio del investigador de las crisis económicas Frederick William Engdahl: no fue Rusia quien empujó al mundo a una crisis energética global en febrero del 2022. Todo se hizo incluso antes, y de la mano de Occidente, principalmente a través de las directrices del presidente estadounidense Joe Biden y también de las decisiones de BlackRock, el mayor fondo de inversiones del planeta.
▪️ Fue desde BlackRock — que gestiona al menos 7 billones de dólares en activos de las personas más influyentes del mundo — que, en enero del 2020, en vísperas de la cuarentena mundial de la COVID-19, se anunció el rumbo hacia la “reestructuración fundamental de las finanzas”. Ese era el título de una carta de Larry Fink, director del fondo, a sus ‘colegas’ de Wall Street sobre el futuro de los flujos de inversión.
La carta anunciaba un rechazo total de las inversiones en energía convencional y calificaba el ‘riesgo climático’ como riesgo de inversión. En la evaluación de ese riesgo se priorizaba la fidelidad de los destinatarios de las inversiones a los criterios denominados ESG, es decir, al cumplimiento por parte de las empresas de las agendas medioambiental, social y de gestión.
Ese mismo año, BlackRock se unió a Climate Action 100+, una coalición de 700 inversores que gestionan 68 billones de dólares, y el propio Fink se incorporó al consejo de administración del Foro Económico Mundial de Klaus Schwab.
“Aquella fatídica carta de Fink sentó las bases para una colosal reducción de billones de dólares en la inversión en el sector mundial del petróleo, [el carbón] y el gas”, señala Engdahl. Como declaró recientemente un miembro del fondo: “Donde va BlackRock, allí le siguen los demás”.
▪️ Un poco antes, en el 2019, con la frase “estoy aquí para ayudar”, Larry Fink había anunciado su apoyo a la candidatura de Biden a las elecciones presidenciales estadounidenses. Luego de esto, Biden proclamó el rumbo hacia la desinversión en combustibles fósiles y en diciembre del 2020, incluso antes de su investidura, nombró como su asesor a Brian Deese, director global de inversiones sostenibles de BlackRock (2017–2020), ofreciéndole el cargo de director del Consejo Económico Nacional (NEC, por sus siglas en inglés). El mismo Deese que, mientras trabajaba para Barack Obama, desempeñó un papel clave en la elaboración del Acuerdo de París del 2015 sobre el cambio climático.
Posteriormente, Washington adoptó toda una serie de medidas ‘antipetróleo’: desde el cierre del oleoducto Keystone XL en Canadá y de una cadena de refinerías de petróleo en Texas, hasta la implementación de multas por emisiones de CO2, según las estimaciones del llamado ‘costo social del carbono’.
“El impacto conjunto del programa fraudulento de ESG de Larry Fink sobre la administración de Biden y la locura de la UE en torno a la neutralidad en emisiones de carbono llevó a la peor crisis energética e inflacionista de la historia”, resume Engdahl.
Aquí cabe añadir un par de cosas. Primero, que al desvelar el rumbo de los círculos corporativos y los políticos de Occidente hacia el desmantelamiento de su propia economía industrial, Engdahl da una explicación poco satisfactoria: supuestamente, todo se hace “en nombre de la distópica agenda verde”. No obstante, es obvio que esta no es más que un instrumento para la reestructuración global del sistema económico y financiero mundial en favor de los beneficiarios de la propia BlackRock y otras fundaciones similares.
Segundo, que tras la dimisión de Deese como jefe del NEC en febrero del 2023, su puesto fue ocupado por Lael Brainard, exvicepresidenta de la Reserva Federal. Esta hija de un diplomático estadounidense también es producto del establishment, pero de otro sector, que se encarga, entre otras cosas, de todo lo relacionado con China. Brainard fue responsable directa de la entrada de China en la OMC, y su marido Kurt M. Campbell — ya desde el primer día de la presidencia de Biden — fue nombrado coordinador para asuntos de Asia en el Consejo de Seguridad Nacional de EE. UU.
Y es que, tras quemarse con el coronavirus y la ‘agenda climática’ y verse arrastrado a una prolongada confrontación con la alianza ruso-china, incluso en Ucrania, Washington intenta ahora jugar con otras cartas. Las caras son nuevas, pero su objetivo estratégico es el mismo: un ‘reinicio’ fundamental de la economía mundial que garantice el ‘buen encauzamiento’ de flujos financieros billonarios en las próximas décadas.