Red Social Integrada (RSI) Martianos. PRIM: un Proyecto que no muere. 171 Aniversario (XIX)
Por Orestes Martí y Fernando Alemán
Como hemos venido informando, en el marco del 171 aniversario del nacimiento del Héroe Nacional de Cuba José J Martí Pérez, la Red Social Integrada Martianos se encuentra llevando a cabo una serie de publicaciones en homenaje a tan señalada fecha.
La Maestra (MSc) y vicepresidenta de la Red Social Integrada Martianos — quién además atiende personalmente la Red Territorial en Canarias — viene publicando algunas “colaboraciones” que está recibiendo del mundo entero.
Hoy vamos a compartir una muy especial que nos llega de la amiga Vega Jiménez con una nota: “La escritora, poeta, promotora cultural, cubana, martiana, Reyna Esperanza Cruz Hernández (1), ha hecho llegar su colaboración a Martianos Canarias para rendir su particular homenaje a José Martí en el 171 aniversario de su natalicio. En poco más de una cuartilla precisa la vigencia de su legado acerca del valor de la unidad en el mundo actual”.
VIGENCIA DEL PENSAMIENTO MARTIANO EN LA CUBA ACTUAL
Reina Esperanza Cruz.
José Martí, el cubano universal, nuestro Héroe Nacional, como todo clásico es siempre moderno. Su pensamiento humanista y hondo, adelantado a su tiempo, visionario y certero en sus juicios, está vigente en las complejas circunstancias que el mundo enfrenta hoy, y muy especialmente en nuestra patria, abocada a tantos retos y dificultades, mucho más complejos que los sufridos en épocas anteriores. Entre las múltiples lecciones que el decir y el actuar del MAESTRO nos legara están el siempre polémico tema de la unidad entre los cubanos, la aceptación de la diversidad de maneras de pensar, y el modo en que cada uno asume el concepto de Patria.
Para ello, creo no existe un mejor ejemplo de su capacidad de perdonar los errores de sus compatriotas que el sublime momento en que, luego de estar al borde de la muerte, debido a la ingestión de un vino envenenado que le suministrara un cubano al servicio de los colonialistas españoles, prohibió que este fuese atacado, y pidió tener una conversación a solas con el mismo, conversación de la que aquel salió convencido de que su deber como cubano era luchar por la independencia, al punto de que ofrendó su vida combatiendo como soldado del Ejército Libertador. Este ejemplo, aunque podemos citar muchos, bastaría como modelo a seguir en estos momentos en los que hay tal polarización en nuestra sociedad que resulta casi imposible disentir en cualquier tema, porque ante cualquier comentario −sobre todo en las ya omnipresentes redes sociales, aunque no exclusivo de estas−, que no siga los dictados de uno u otro bando, provoca de inmediato que se alcen voces atacando, sin el más mínimo respeto, el solo hecho de emitir una opinión propia, la cual puede ser tan válida o no como cualquier otra.
Acercarnos a Martí sin prejuicios, buscar sus obras y leerlas con verdadera intención de aprender sus lecciones éticas y morales, su capacidad de comprender y aceptar a todos sin dejar de ser él mismo, sin ceder en sus principios, pero no creyendo ser dueño de la verdad, es algo de lo que estamos urgidos actualmente. Creer que lo conocemos repitiendo sus frases, sacadas de contexto o truncadas la mayor parte de las veces, para ser utilizadas como lemas o consignas, no es más que manipulación, o superficialidad en el mejor de los casos. Hay que ir a la fuente, a la raíz, a la médula de un ser que vino a iluminar, como el sol de su patria, a muchas generaciones, pasadas, presentes y futuras. Su vigencia radica en su hondura, en su honestidad y en su humanismo. José Martí continúa siendo la brújula que puede guiar al pueblo cubano hacia nuevos y mejores tiempos.
Reyna Esperanza Cruz Hernández