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23 min readJan 13, 2024

Red Social Integrada (RSI) Martianos. Logias masónicas del 68
Por:
Eduardo Torres Cuevas (Académico, historiador y pedagogo. Miembro de Número de la Academia Cubana de la Lengua. Profesor Titular y Doctor en Ciencias Históricas. Premio Nacional de Historia, Premio Félix Varela).
Publicado en: Historia de Cuba
En este artículo: Cuba, Guerra, Guerra de Independencia de Cuba, Historia, Historia de Cuba, Religión
4 octubre 2018

Vicente Antonio de Castro y Bermúdez

En 1862, aprovechando una amnistía política, regresó a Cuba el conocido médico cubano Vicente Antonio de Castro y Bermúdez.(1) Desde la década anterior la Isla se encontraba sumida en grandes debates políticos, conspiraciones e intentos insurreccionales, si bien los caracterizaban las contradicciones ideológicas y clasistas, las particularidades sociales de la Isla, las influencias de diversas tendencias políticas y sus orígenes y objetivos. El médico cubano, que ya era conocido por sus actividades conspirativas, creó un nuevo cuerpo masónico, el Gran Oriente de Cuba y las Antillas (GOCA), cuyas liturgias tenían tres componentes esenciales: la aspiración a una república laica (república laica vs. Monarquía católica), la formación del ciudadano (ciudadano vs. vasallo), con deberes y derechos, y la preparación patriótica de los hombres que conquistarían la independencia (independencia vs. dependencia). Con ese objetivo se fundaron alrededor de 20 logias en todo el país. Las más significativas fueron Tínima de Camagüey, Estrella Tropical de Bayamo y Buena Fe de Manzanillo. El ambiente bayamés era propicio para el desarrollo de una logia con estas características. Mucho se ha especulado sobre fechas, personas y situaciones que acompañan a este proceso en esa región. Una visión del surgimiento de la logia masónica y del movimiento independentista en Bayamo la ofrece uno de sus protagonistas, Manuel Anastasio Aguilera.

La independencia
Logias mazónicas [sic] de Oriente desde 1867 a 1870
Manuel A. Aguilera

En el año de 1867 surgieron en Bayamo dos proyectos: el de restablecer la antigua Logia de esta ciudad ó fundar una nueva con distinto título del que aquella llevaba, bajo diferente rito; y el de iniciar la revolución para conquistar la libertad é independencia de Cuba. Ambos proyectos tuvieron efecto en el propio año.
Se optó por la creación de una logia, bajo el “Rito Antiguo Aceptado Escocés para Cuba y las Antillas” ya dados los pasos necesarios, vinieron de Santiago de Cuba á Bayamo el Camagüeyano Leopoldo Arteaga, gr. 33 .: y el santiaguero Manuel Hernández [Fernández], gr. 32 .: ambos VV .: de las logias de aquellas ciudades, y se fundó la Logia “Estrella Tropical” №19 quedando electo Venerable, Francisco V. Aguilera.
En este mismo año de 1867 ocurrieron [concurrieron] á esta logia para afiliarse muchos de los prominentes cubanos de Holguín, Tunas, Jiguaní, Guiza, Manzanillo, etc… entre ellos Carlos M. Céspedes, Jaime Santiesteban, Manuel Calvar, J. Valerino, Vicente García, Francisco Ruvalcaba, Julio Peralta, Jesús Rodríguez, Carlos Felles, Donato Mármol, Belisario Álvarez y otros. El acto de fundación de la logia “Estrella Tropical” tuvo lugar en la casa del eminente patriota Pedro Figueredo Cisneros, más tarde nobilísimo mártir.
En el propio año fueron perseguidos terriblemente por el gobierno godo las logias en diferentes pueblos de la Isla; y en los templos católicos de Bayamo se predicaron horrendos sermones y anatemas por clérigos godos contra la mazonería; y tal era el lenguaje de aquellos apóstoles de la tiranía y del fanatismo, que las señoras abandonaban el templo aterradas de espanto y avergonzadas, antes de terminar aquellos torrentes de blasfemias, calumnias e impudencias. Siendo justo y preciso consignar, que ni un solo sacerdote cubano profanó la casa de Dios, ni manchó sus labios con aquellas asquerosas maldiciones.
Simultáneamente á aquellas execrables maldiciones se repartieron hojas impresas en Santiago de Cuba, con gran profusión, en el mismo sentido y lenguaje de los sermones, muchas de las cuales se guardaron para mostrarlas al mundo en su oportunidad.
En esta vez, como siempre, los godos hicieron uso del nombre de Jesucristo, y de la imprenta, emblemas de moral de vida, de libertad, de civilización para corromper, embrutecer, engañar, robar, esclavizar y asesinar los pueblos.
En 1868 se proyectó la fundación de otra logia en Manzanillo, y tuvo efecto á mediados de dicho año, para lo cual pasaron á esta villa Manuel Fernández, Francisco V. Aguilera, el que suscribe y otros, quedando como V .: de ella Cárlos Manuel de Céspedes.
El acto de instalación tuvo lugar en la casa que fue propiedad del difunto escribano camagüeyano, Juan García Nápoles.
En Abril de 1869, en que se instaló el gobierno de la república en Guáimaro, trató de establecerse otra logia; mas no llegó á tener efecto hasta la noche del 29 de septiembre de 1870, en la cumbre de una montaña de Najaza, nominada “del cacaotal”, en el Camagüey, con el título distintivo de “Logia Independencia”, siendo electo para V .: de ella Carlos Manuel de Céspedes, gr. 18 .: en la cual se afiliaron numerosos individuos del pueblo y del ejército; y la que ha venido funcionando en sus trabajos con bastante regularidad, no obstante los inconvenientes de la guerra.
Desgraciadamente los dos Secretarios de las logias de Bayamo y Manzanillo que lo fueron respectivamente Tomás Portuondo, de Santiago de Cuba, y Eligio Yzaguirre, bayamés, murieron en la insurrección, ignorando el lugar donde depositaron los archivos, al salir al campo.
El que consigna estos apuntes, fue testigo presencial de las instalaciones que deja referidas.
Es de consignarse que durante los trabajos mazónicos [sic] de aquellas logias, jamás se trataron [asuntos] políticos en ellas; pues los revolucionarios se ejecutaban separadamente, figurando en ellos muchos individuos que no eran mazones [sic]. (2)

El documento que anteriormente se transcribe deja aclarado un grupo de circunstancias que resultan fundamentales para el análisis del movimiento revolucionario del 68. En primer lugar, aclara que la logia bayamesa formaba parte del Gran Oriente de Cuba y las Antillas (GOCA) ya que, por entonces, existían otros dos cuerpos masónicos rivales, la Gran Logia y el Supremo Consejo de Colón que se diferenciaban de aquel en sus contenidos. El carácter del GOCA se hace evidente en las declaraciones de la más alta dignidad masónica norteamericana, Albert Pike, quien afirma: “Yo no juzgaría al cuerpo creado por él [Vicente Antonio de Castro] con títulos para ser reconocido sino más bien repudiado como club central de jacobinos [revolucionarios]”.(3) El 1 de julio de 1876, la Gran Logia de Colón condenaba las liturgias del GOCA y a su autor: “No debería ni aún citarlo, porque los buenos masones de Colón se ruborizan y su sentimiento patrio [entiéndase español] se exalta, cada vez que se considera los inmensos males que las doctrinas vertidas en aquellos rituales, de la devoción de los exponentes, producen a los pueblos pacíficos que se dejan arrastrar por ellos”.(4)

En segundo lugar queda consignado el nombre del taller masónico, Estrella Tropical no. 19, y se aclara que no es la “antigua logia” que había funcionado en la ciudad sino “una nueva”. En tercer lugar, se precisa donde se funda y donde funciona la logia, la casa de Pedro Figueredo. En cuarto lugar, se aclara un aspecto de suma importancia. El primer proyecto concebido por los bayameses, el de crear una logia masónica, tenía por objetivo la formación del ciudadano — ética, patriótica, republicana y laica — por los que sus trabajos poseían un contenido propio que si bien se relacionaba con el segundo proyecto, el de iniciar el movimiento revolucionario, en su funcionamiento no podían mezclarse. Se fue escrupulosamente cuidadoso. Los trabajos independentistas se hacían con posterioridad al funcionamiento de las tenidas masónicas. Un quinto aspecto es el alcance de los trabajos de esta logia que no solo inició a figuras de Bayamo sino de toda la amplia región oriental que comprende Holguín, Las Tunas, Jiguaní, Guiza, Manzanillo y en el documento se coloca un “etc” que indica que también hubo otras comunidades orientales. En sexto lugar, se hace constar que tanto el secretario de la logia de Bayamo, Tomás Portuondo, como el de Manzanillo, Eligio Yzaguirre, ante del incendio de Bayamo, en enero de 1869, escondieron los archivos de las dos logias. Ambos murieron durante la contienda por lo que se ignora el lugar donde lo depositaron o, incluso, si estos documentos fueron pastos de las llamas. Esta información explica la ausencia documental sobre el funcionamiento de esos talleres.

Para poder crear la logia Estrella Tropical no.19 era necesaria la presencia de altas dignidades masónicas que le dieran la solemnidad y la legalidad masónicas que un acto de este tipo supone. Una de ellas lo fue el camagüeyano Leopoldo Arteaga, grado 33, y miembro de la logia Tínima de ese territorio y el otro el santiaguero Manuel Fernández grado 32. El primero formaba parte, no solo de la logia Tínima sino que también era uno de los integrantes del grupo de conspiradores camagüeyanos. Lo cierto es que, para ese entonces, ya Camagüey poseía un grado de organización tanto en lo masónico como en lo conspirativo más avanzado que el de la región oriental que se aglutinaba alrededor de Bayamo. El segundo, Manuel Fernández, es el representante de Vicente Antonio de Castro en Santiago de Cuba y activo conspirador. Por una carta suya, fechada en Kingston, Jamaica, a 6 de noviembre de 1869, y dirigida “al ciudadano” Hilario Cisneros, se reafirma lo expresado en el artículo de Anastasio Aguilera:

En su última carta me dice Cárlos Manl. qe. en poder del Sr. Morales Lemus estan las cartas qe. él dirije á los Presidentes de Haití y Santo Domingo y qe. se las pida. Ruego a V. que se ocupe de recogerlas y enviármelas pr. el primer correo, pues yo hare un esfuerzo pr. hacer la escursión á esas repúblicas, seguro de buen resultado pues aquí estoy en relaciones con importantes hombres de la revolución de uno y otro país. No obstante voy á tener con V. la franqueza de decirle que si el Comité de Kingston no me presta algunos recursos me veré imposibilitado en breve plazo de seguir sirviendo á mi país. El alma se me destroza al pensar en la posibilidad de que llegue este momento cuando vengo trabajando sin cesar desde Agosto del año 67 en que hize mi primer viaje a Bayamo para tratar con Aguilera, Maceo, Figueredo, etc. Pero mis escasos ahorros se agotan y si me quedo en Kingston o en un lugar donde no pueda trabajar mi esposa y mis dos hijos se encontraran sin pan, sin nada”. (5)

Los tres animadores de los dos proyectos, el de la logia masónica y el del Comité Revolucionario, en Bayamo fueron Francisco Vicente Aguilera, Pedro Figueredo Cisneros y Francisco Maceo Osorio. Por otras fuentes, se conoce que el movimiento conspirativo se inició entre el 2 y el 14 de agosto de ese año, ya funcionando Estrella Tropical. El 10 de agosto, después de concluido los trabajos de la logia, se reunieron parte de los asistentes y acordaron fundar el Comité Revolucionario que tendría tres objetivos. El primero, iniciar en la conspiración a miembros de la comunidad bayamesa y de las ciudades y pueblos mencionados en el documento de Manuel Anastasio Aguilera; el segundo, organizar el levantamiento armado; y el tercero, establecer relaciones unitarias y conspirativas con las demás regiones del país. El día 14 de agosto se reunieron los conspiradores en casa de Pedro Figueredo. La noche anterior habían conferenciado Aguilera, Figueredo y Maceo Osorio. Se acordó reunir en horas de la noche del día siguiente a un grupo de hombres escogidos. Fue esa noche, antes de despedirse, que Maceo Osorio se dirigió a Figueredo expresándole que era necesario componer un himno, al estilo de La Marsellesa, para el movimiento independentista. Aguilera apoyó la idea; Figueredo estuvo de acuerdo.(6)

Francisco Vicente Aguilera

Los revolucionarios que asistieron a esta constitución del Comité Revolucionario de Bayamo fueron, entre otros, Pedro Figueredo, Francisco Vicente Aguilera, Francisco Maceo Osorio, Lucas del Castillo, Luis y Miguel Figueredo, Esteban Estrada, Luis Miguel Pacheco, Luis Fernández de Castro, Rodrigo Tamayo, Tomás Portuondo, Joaquín Acosta, Manuel Anastasio Aguilera, Eugenio Oduardo, Ángel Bárzaga; Jorge, José Miguel, Antonio y Rafael Milanés; Rafael Céspedes Fornaris, Juan Izaguirre Guzmán, Luis y Antonio Bello, Florencio Villanueva, José Joaquín Palma, Ignacio Moreno, Pedro Maceo Chamorro, Carlos Pérez Tamayo, Carlos Pérez Domínguez, Andrés Tamayo, Donato Mármol y Ramón Céspedes Fornaris.(7)

En esta reunión se hizo una vez más patente la necesidad de tomar las armas por la emancipación de la Isla, cuestión en la que coincidían los presentes, inspirados por altos ideales patrióticos. Aguilera desempeñó un papel fundamental para fomentar el consenso que ello requería, con el apoyo de otros conspiradores, y finalmente resultó electo jefe del Comité Revolucionario. Este quedaría integrado además por un Vocal y un Secretario; Maceo Osorio y Figueredo, respectivamente. Entre las precauciones tomadas para eludir la vigilancia española, estuvo la de argüir, antes de la celebración del encuentro, que se trataba de una asamblea de contribuyentes. Además, las hijas de Figueredo, Canducha y Yayita, se dedicaron a tocar el piano y cantar durante todo el lapso de la reunión, para evitar que se escucharan las voces de los conspiradores fuera del edificio.(8)

Meses después, ya adentrado el año de 1868, el desarrollo conspirativo de Manzanillo llevó a la creación de la logia Buena Fe. La misma se constituyó bajo dispensa de la logia Estrella Tropical de Bayamo. Para darle el mismo carácter solemne y legal, estuvieron presentes en su acto de constitución el santiaguero Manuel Fernández, el venerable Maestro de Estrella Tropical de Bayamo, Francisco Vicente Aguilera, así como otros miembros de la logia bayamesa. Según Carlos Manuel de Céspedes y Quesada el cuadro inicial de miembro era el siguiente:

Cuadro de Miembros que componen la R.•. L.•. Buena Fe.•. B.•. del G.•. Or.•. de Cuba y las Antillas, al Or.•. de Manzanillo, con expresión de sus nombres y dignidades que ejercen:

Esta relación de miembros de la logia Buena Fe es la que constaba cuando su creación. Según los testimonios de los participantes en los sucesos del 10 de octubre de 1868, en ese momento, el número total de miembros era de 37. Todos estuvieron vinculados con los hechos de Demajagua. Pedro Nuño de Gonzalo era teniente del ejército español y Germán González de las Peñas, comisario de policía. Aunque ambos se comprometieron con el movimiento, al final no lo hicieron.(9)

El documento anterior ofrece tres aspectos importantes, la lista de los fundadores de la logia Buena Fe de Manzanillo, su jerarquía masónica y la fecha de constitución del taller, 16 de abril de 1868, seis meses y seis días antes del Grito de Demajagua.

Entre las logia más destacadas del 68, se encuentra Tínima de Camagüey. El 4 de noviembre de 1868 se produce el levantamiento armado de esta región en el lugar conocido como el Paso de Las Clavellinas.

Relación de los pronunciados el 4 de noviembre de 1868, en el paso de Las Clavellinas, Camagüey

1.Gerónimo Boza Agramonte. Alcanzó el grado de teniente coronel del Ejército Libertador. Asesinado por las guerrillas españolas el 28 de mayo de 1871.
2. Gregorio Boza Agramonte. Alcanzó el grado de coronel del Ejército Libertador. Asesinado en igual fecha y forma que el anterior.
3. Francisco de Arredondo y Miranda. Alcanzó el grado de coronel del Ejército Libertador.
4. Manuel Boza Agramonte. Mayor general de Ejército Libertador. Muerto en combate el 18 de mayo de 1871.
5. Miguel Betancourt Guerra. Terminó la Guerra de los Diez Años con el grado de brigadier. Fue mayor general en la del 95.
6. Francisco Benavides Marques. Alcanzó el grado de comandante del Ejército Libertador. Asesinado por las fuerzas españolas durante la Guerra de los Diez Años.
7. Serapio Arteaga Piña. Después de alzado retornó a la ciudad de Camagüey el 7 de noviembre de 1868.
8. Rosendo Socarrás Zaldívar. Igual que el anterior.
9. Gaspar Agüero Betancourt. Prisionero de guerra fue ejecutado en La Habana el 14 de mayo de 1870.
10. Diego Agüero Betancourt. Igual que el anterior.
11. Rafael de Varona y del Castillo, (a) El Mortal. Murió en combate.
12. Manuel Agramonte Boza. Alcanzó el grado de capitán del Ejército Libertador. Murió asesinado.
13. Virgilio Boza Borrero. Alcanzó el grado de teniente coronel del Ejército Libertador. Asesinado por las guerrillas españolas.
14. Ignacio Mora de la Pera. Alcanzó el grado de coronel del Ejército Libertador. Fusilado por los españoles el 14 de octubre de 1875.
15. Manuel Ramón Guerra Agüero. Se ignora su destino.
16. Juan de Dios Ronquillo Fonseca. Sirvió a la causa independentista durante los diez años de guerra. Lo mismo hizo durante la guerra del 95, prestando su servicio en la prefectura mambisa de La Concepción.
17. Manuel Benítez. Después de alzado retornó a la ciudad de Camagüey el 8 de noviembre de 1868; preso, delató a los alzados.
18. Ricardo Betancourt Agramonte. Murió en los campos de batalla.
19. Fernando Betancourt Agramonte. Murió en los campos de batalla.
20. Luis Betancourt Agramonte. Alcanzó el grado de teniente del Ejército Libertador. Fusilado por los españoles en el campo.
21. Ángel del Castillo Agramonte. Alcanzó el grado de mayor general del Ejército Libertador. Murió en el combate de Ceja de Lázaro, el 9 de septiembre de 1869.
22. Nazario del Castillo y Agramante. Alcanzó el grado de comandante del Ejército Libertador. Murió de cólera.
23. Joaquín Guerra. Se ignora su destino.
24. Martín Loynaz Miranda. Alcanzó el grado de capitán del Ejército Libertador. Asesinado por los españoles.
25. Eduardo Montejo Varona. Alcanzó el grado de teniente coronel del Ejército Libertador. Murió en el combate de Las Tunas el 16 de agosto de 1869.
26. Enrique José Varona y de la Pera. Con posterioridad marchó al extranjero.
27. Lorenzo Castillo y Varona. Alcanzó el grado de comandante del Ejército Libertador. Murió en combate.
28. Cirilo Morell Xiqués. Murió en combate.
29. José Morell Xiqués. Se ignora su destino.
30. Francisco Varona Guerra. Se ignora su destino.
31. Enrique Sánchez Guerra. Se ignora su destino.
32. Javier de Varona y Miranda. Murió en combate.
33. Francisco Silveira. Fue fusilado en la ciudad de Camagüey.
34. Eduardo Agramonte Piña. Alcanzó el grado de coronel del Ejército Libertador. Murió en combate el 9 de marzo de 1872.
35. Domingo Sterling y Varona. Alcanzó el grado de comandante del Ejército Libertador. Fue fusilado por los españoles en Santiago de Cuba.
36. Arturo Betancourt Guerra. Alcanzó el grado de comandante del Ejército Libertador. Murió en combate el 14 de mayo de 1870.
37. Ernesto Luaces Iraola. Terminó la Guerra de los Diez Años, pero se ignora el grado alcanzado.
38. José Rodríguez, (a) Chepito. Se ignora su destino.
39. Aurelio Estrada Castillo. Se ignora su destino.
40. Rodolfo Estrada Castillo. Se ignora su destino.
41. Rafael Benavides Marques. Alcanzó el grado de teniente del Ejército Libertador. Murió en combate.
42. Agustín de Varona Borrero. Hermano de Bernabé de Varona, (a) Bembeta. Expedicionario del Virginius, fue fusilado por los españoles en Santiago de Cuba el 8 de noviembre de 1873.
43. Ibrahin Agüero Agüero. Alcanzó el grado de teniente del Ejército Libertador. Murió en acción de guerra.
44. José Recio Betancourt. Asesinado por los españoles el 3 de abril de 1870.
45. Ladislao Fernández. Asesinado por los españoles el 23 de noviembre de 1872.
46. Manuel José de Agüero. Murió en combate.
47. Antonio Sánchez Betancourt. Alcanzó el grado de teniente coronel del Ejército Libertador. Murió en combate.
48. Aurelio Sánchez Betancourt. Alcanzó el grado de teniente coronel del Ejército Libertador. Prisionero de guerra, fue fusilado por los españoles.
49. Francisco Betancourt Jiménez. Se ignora su destino.
50. Francisco Betancourt Sánchez. Murió en los campos de la guerra.
51. Salvador Betancourt Sánchez. Se ignora su destino.
52. Benjamín Betancourt Sánchez. Murió en combate.
53. Antonio de Miranda Iraola. Alcanzó el grado de teniente del Ejército Libertador. Murió en combate.
54. Francisco Arteaga Piña. Regresó a la ciudad de Camagüey el 9 de noviembre de 1868.
55. Francisco Argilagos Guinferrer. Sirvió como médico durante toda la Guerra de los Diez Años; a su terminación emigró a América Latina; regresó a su patria al terminar la dominación española.
56. Esteban de Armas Montenegro. Se ignora su destino.
57. Rafael de Armas Montenegro. Se ignora su destino.
58. Gaspar de Agüero y Agüero. Murió en combate.
59. Constantino Agüero Betancourt. Se ignora su destino.
60. Alberto Adán Betancourt. Regresó a la ciudad de Camagüey el 9 de noviembre de 1868.
61. Romualdo Molina Adán. Murió en combate.
62. Manuel Francisco Molina Adán. Murió en combate.
63. Pedro Betancourt Recio. Sirvió a la República en Armas durante toda la guerra.
64. Manuel Agramonte Porro. Alcanzó el grado de coronel. Se presentó con sus fuerzas a las autoridades españolas en la ciudad de Camagüey.
65. Carlos Mola y Varona. Alcanzó el grado de comandante durante la guerra del 95.
66. Esteban Mola y Varona. Regresó a la ciudad de Camagüey el 9 de noviembre de 1868.
67. Julio Mola y Varona. Murió en combate.
68. Eduardo Mola y Varona. Regresó a la ciudad de Camagüey el 9 de noviembre de 1868.
69. Enrique Loret de Mola Boza. Alcanzó el grado de coronel del Ejército Libertador. Hizo toda la guerra.
70. Rafael de Varona y Varona. Alcanzó el grado de teniente. Hecho prisionero fue asesinado.
71. Julio de Zayas. Alcanzó el grado de capitán del Ejército Libertador. Murió en combate.
72. Antonio Perdomo Batista. Se ignora su destino.
73.Mariano Molina Adán. Murió en combate.
74. Gaspar Betancourt Agramonte. Murió en los campos insurrectos.
75.Esteban Estrada Varona. Se ignora su destino.
76.Ángel Porro. Se ignora su destino.
Comprometidos con este alzamiento, se unieron inmediatamente después:
77. Ignacio Agramonte y Loynaz. Alcanzó el grado de mayor general del Ejército Libertador. Murió en combate el 11 de mayo de 1873.
78. Salvador Cisneros Betancourt. Alcanzó el grado de mayor general del Ejército Libertador. Ocupó la presidencia de la República en Armas, primero, durante la Guerra de los Diez Años y, después, durante la del 95. Murió en La Habana el 28 de febrero de 1914.
Estos dos nuevos incorporados también pertenecían a la logia Tínima de Camagüey.
Con anterioridad al 4 de noviembre de 1868, ya se encontraban alzadas en armas las siguientes personas:
79. Bernabé de Varona Borrero, (a) Bembeta.
80. Manuel de Jesús Valdés.
81. Fernando de Agüero Betancourt.
82. Pedro Recio Agramonte.
83. Antonio Aguilar Varona.
84. Napoleón Arango Agüero.
85. Augusto Arango Agüero.
86. Lope Recio Borrero.
En total 86 fueron los pronunciados en el Camagüey. Ochenta y uno eran miembros de Tínima. De este último grupo relacionado, Lope Recio Borrero no lo era. Se inició en los campos insurrectos.(10)

En la historia del movimiento independentista cubano un lugar especial lo ocupa la logia Independencia. Por Manuel Anastasio Aguilera es que conocemos los orígenes de esta logia trashumante mambisa de la cual se tenía referencia por los trabajos de Fernando Figueredo Sacarrás quien fue iniciado en ella. La logia Independencia formó parte del conjunto de instituciones que surgieron durante la Asamblea Constituyente de la República de Cuba en Guáimaro. Esta reunión patriótica tuvo efecto a partir del 10 de abril de 1869. En ella se aprobó la primera Constitución de la República, se adoptó un símbolo nacional, la bandera, no así el himno, y se eligió el primer presidente de la misma. La elección recayó en Carlos Manuel de Céspedes y del Castillo. En esta reunión de patriotas provenientes de diferentes partes del país se “trató de establecerse otra logia”. Sin embargo, ello no se logró hasta la noche del 29 de septiembre de 1870, en una montaña de Najaza, nominada “del cacaotal”, en el Camagüey. Su nombre, Independencia. Siguiendo la tradición de la masonería en algunos países, fue electo como Venerable Maestro, el Presidente de la República Carlos Manuel de Céspedes, para entonces grado 18 de la masonería. Independencia inició un sistemático trabajo de proselitismo por lo que logró afiliar a numerosas personas tanto del pueblo como del ejército. Los diarios de campaña y los relatos posteriores de numerosos participantes, comprueban que en el campamento mambí funcionaron con bastante regularidad los trabajos masónicos durante la Guerra de los Diez Años. Uno de los iniciados durante la contienda lo fue Máximo Gómez Báez.

Un ejemplo de la actividad de esta logia, se encuentra en el Diario Perdido de Carlos Manuel de Céspedes, Venerable Maestro de la misma. A menos de un mes de iniciado el Diario, el martes 19 de agosto de 1873, escribe: Pérez, Torres y otros q. vinieron esta mañana, se marcharon después de haber asistido á una te:.mas:.en q. se dio l:. á mi Ayude. Perea. (Léase: a una tenida masónica en que se dio la luz a mi ayudante Perea).(11) Trece días después, el lunes primero de septiembre, Céspedes vuelve a hacer referencia a su actividad masónica: Ayer hubo ten:.mas:.y se dio la l :. Al Corl. Duran q. vino con Perez; marcharonse ambos en seguida (Léase: Ayer hubo tenida masónica y se dio la luz al Coronel Duran, que…)(12). Esta segunda referencia apunta al hecho de que las reuniones masónicas se daban con periodicidad y, al mismo tiempo, sirven para iniciar personas vinculadas al movimiento independentista. Al día siguiente, el martes 2 de septiembre, muestra sus convicciones masónicas: Paciencia; paciencia es la q. pido al Ser Supremo! Una revisión al Diario Perdido desde sus primeras hasta sus últimas páginas permite afirmar que en Céspedes las referencias a Dios están dadas en términos masónicos, como en este caso y en otros que veremos. No hay apelación a vírgenes o santos. Sus convicciones, en esencia, se muestran como deístas. El lunes 20 de octubre escribe: Yo voy pr. el camino recto apoyado en mi conciencia.(13)

Un hecho significativo y que lleva al criterio de que la actividad masónica se efectuaba en las más diversas circunstancias, se presenta el domingo 16 de noviembre de 1873. Ese día fallece uno de los tres iniciadores de la conspiración independentista en Bayamo y uno de los fundadores de la logia Estrella Tropical de esa ciudad, Francisco Maceo Osorio. Las relaciones entre Céspedes y Maceo Osorio no fueron siempre las mejores. Pero ambos eran masones e independentistas. Ese día Céspedes escribe en su Diario: Se había dicho q. Maceo mejoraba; po anoche estuvo muy grave. Siempre mando saber de su salud y no voy á verlo pr las aguas. Hoy no han mandado mas q. dos ordenanzas. Hace frío. Como á las 9 1/4 de la mañana murió Maceo. Invité, como Ven :. de la L :. “Independencia”. á los hh :. mas :. pa. q. asistieran al entierro. (Léase: Invité, como Venerable de la Logia “Independencia” a los hermanos masones para que asistieran al entierro) Sicut vas figuli coufringes eos […] Como a las 4 1/4 de la tarde, á pesar de estar malo de la cabeza, fui al entierro de Maceo. […] Asistieron varias otras personas y presidimos el duelo J. Rodríguez y F. Figueredo; á mi me incorporaron á ellos, como Ven (Léase: Venerable) :.Cargándole 4.(14)

El sábado 13 de diciembre hay una huella sumamente importante para entender las convicciones éticas de Céspedes: No conozco a mis propios hijos nacidos en el destierro y es muy probable q. jamás vea a esos objetos tan queridos. Resignado estoy á mi suerte y aquí como en la hora de mi último suspiro, pa. nada contaré mis sufrimientos y únicamente rogaré al G:.A:.D:.U:. [Gran Arquitecto del Universo] q. conceda algunos días risueños en la tierra á los seres q. me han amado, y a estos q. me perdonen los dolores q. pr. mi causa han sufrido.(15)

Se inicia 1874. Quedan menos de dos meses para su caída en combate. Su actividad masónica, vinculada a su actividad revolucionaria, no cesa. El miércoles 14 de enero, tenemos constancia de su labor como Venerable de la logia Independencia y como proselitista de la masonería: En distintas sesiones comuniqué al Pr :. (Pablo Beola) los g :.de Comp:.y Maes :. Mas:. (Léase: al Padre [Pablo Beola] los grados de compañero y Maestro Masón).(16) Al mes siguiente, el lunes 16 de febrero, hace, en nueva tenida masónica, la aceptación de nuevos profanos en la masonería: Ayer conferí el gr :. De Ap:.Mas :.a Juan Bautista Matute. (Léase: el grado de Aprendiz masón) Estoy enseñando á leer á varias personas. Por el dia 27 o 28 del mes pasado di en distintas sesiones los gr :. de Com :. y Maes :. Á los hh :. Lacrete, Pichardo y Sebreco” (Léase: los grados de Compañero y Maestro a los hermanos Lacrete, Pichardo y Sebreco). Más adelante, en el mismo párrafo, agrega: “Comuniqué el gr :. de Comp:. á Tanis y Abreu” (Léase: Comuniqué el grado de Compañero a Tanis y Abreu).(17) Una última cita aparece en el diario de Céspedes, ocho días antes de su muerte. El jueves 19 de febrero de 1874 anota: Hija, le contesté: yo no soy tu amo, sino tu amigo, tu hermano… El 27 de febrero cae en combate.

La tradición masónica tuvo también otros rumbos. En algunos campamentos mambises los nuevos incorporados debían prestar juramentos como este:
P.- ¿Soy mambí?
R.- Sí, por la gracia de Cuba y la Revolución.
P.- ¿Qué quiere decir mambí?
R.- Hombre que tiene la fe del cubano y la profesa hasta la muerte.
P.- ¿Cuál es la insignia y la señal del mambí?
R.- La Santa Tea.

Notas:

(1) Vicente Antonio de Castro y Bermúdez nace el 24 de marzo de 1809 en la ciudad de Santi Espíritus. En 1821 inicia sus estudios en el Colegio-Seminario de San Carlos y San Ambrosio. Dos de los más brillantes alumnos de Félix Varela, José Antonio Saco y Nicolás Manuel de Escobedo fueron sus profesores de Filosofía y Constitución. A los 15 años, el 23 de abril de 1824 obtiene el grado de Bachiller en Artes o Filosofía en la Real y Pontificia Universidad de San Gerónimo de La Habana. El 31 de marzo de 1827 obtiene el grado de Bachiller en Medicina; el 21 de noviembre efectúa los exámenes en el Protomedicato de La Habana. Viaja por Europa con el objetivo de “poder ser algún día útil a mi patria y a la humanidad”. En 1829, de retorno a La Habana, ejerce, durante nueve años su carrera. Adquiere fama de tener amplios dominios de física, filosofía, botánica, lógica, matemáticas y química y de hablar y escribir con perfección el latín, el inglés y el francés. En 1835 pasa a ocupar la Cátedra de Anatomía de la Universidad Habanera. Funda la cátedra de patología interna y la práctica en los hospitales. Introdujo la costumbre del recetario y utilizó la quinina para el tratamiento del paludismo. Introdujo la anestesia en Cuba y practicó operaciones catalogadas de excepcionales en la época. Se destacó como literato, en particular como poeta. Publicó la revista La Cartera Cubana, en la que escribieron notables figuras como Plácido, Zenea, Cirilo Villaverde y Milanés, entre otros. Estuvo en vuelto en las conspiraciones que comenzaron a desarrollarse en 1851. El 25 de marzo de 1853 renuncia a su cátedra en la Universidad y marcha del país. Durante el proceso contra Ramón Pintó se le condena, en ausencia, a diez años de presidio. Desde 1855 desarrolla una importante actividad contra el gobierno colonial desde el extranjero. Documentalmente ya aparece indicado por el gobierno español como filibustero y “hoy se encuentra en Nueva Orleans dirigiendo y siendo presidente de los enemigos del gobierno de su majestad (1857)”. En 1862 regresa a Cuba y funda el Gran Oriente de Cuba y las Antillas. En el momento en que estalla la revolución del 68, ya se encontraba enfermo. Muere el 12 de mayo de 1869 (para ampliar los datos sobre Vicente Antonio de Castro, ver: Eduardo Torres- Cuevas: Historia de la masonería cubana. Seis ensayos, Imagen Contemporánea, La Habana, 2013, pp. 113–157).

(2)Biblioteca Nacional de Cuba José Martí. Colección Cubana: La Independencia, Nueva York octubre 15, 1874, año 2. p.2

(3)Eduardo Torres Cuevas: op. cit, p. 118.

(4) Ibidem, p. 120.

(5) Tomado de Biblioteca Nacional de Cuba José Martí: Colección Cubana, Colección Manuscritos, Ponce, no.430.El subrayado es nuestro.

(6)La frase de Maceo Osorio ha sido divulgada de diferentes formas. Lo que se puede afirmar es su referencia a La Marsellesa. En este aspecto concuerdan todos los actores de los acontecimientos de Bayamo.

(7)Ibídem, pp.43–44.

(8)José Maceo Verdecia: Bayamo. Edición anotada por Ludín Bernardo Fonseca García, Ediciones Bayamo, Bayamo, 2009, pp. 43–44

(9)Carlos Manuel de Céspedes y Quesada: “Manuel de Quesada y Loynaz”, en Anales de la Academia de la Historia, Imprenta El Siglo XX, Habana, 1919. T. I, no. 1, julio-agosto de 1919, p. 174.

(10) El presente listado es resultado del cotejo entre la relación que ofrece Enrique José Varona con el nombre de Borrador autógrafo y el título En las Clavellinas, el cual se encuentra manuscrito en el Archivo Nacional de la República de Cuba; fondo: Donativos y Remisiones, caja 452, no. 2, 1930; con el folleto de Francisco de Miranda Varona, Breve historia de las logias “Camagüey” y “Tínima”, Academia Cubana de Altos Estudios Masónicos, La Habana, 1950. La lista que brinda Enrique José Varona se solicitó por el propio Francisco de Miranda Varona, quien, al publicar 20 años después su relación, ofrece notables diferencias en algunos nombres de los de la de Enrique José Varona. Al cotejarlas nos hemos inclinado más a las rectificaciones de Miranda Varona, quien, sin lugar a dudas, efectuó un estudio más detenido, pues utiliza otras fuentes además de la de Enrique José Varona. Este último tiene el mérito de haber sido uno de los actores de los acontecimientos de Las Clavellinas pero la relación la efectúa más de 60 años después. Ver Eduardo Torres-Cuevas: op cit., apéndice V, pp. 345–351.

(11)Carlos Manuel de Céspedes: El Diario Perdido. Introducción y comentarios Eusebio Leal Spengler, Editorial Boloña, La Habana, 1998. p.86.

(12) Ibídem, p.90.

(13) Ibídem, p.109. Destaco aquí dos de los lemas del cuerpo masónico al que pertenecía Carlos Manuel de Céspedes, Gran Oriente de Cuba y las Antillas (GOCA), “Ciencia, conciencia, virtud”; “Libertad, Igualdad, Fraternidad”.

(14) Fernando Figueredo Socarrás: “Logia Militante Independencia”, La Gran Logia, La Habana, 1901, año tercero, pp. 23–25. Este artículo de Figueredo es un complemento esencial al Diario Perdido de Céspedes en lo referente a la Logia Independencia.

(15) Ibídem p.151.A partir de aquí las citas pertenecen a la segunda libreta o libro ya editado (del sábado 6 de diciembre de 1873 al viernes 27 de febrero de 1874). Las negritas son nuestras. E T-C.

(16)Loc cit., p. 180.

(17)Ibídem p.212.

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