“Yo soy de donde hay un río” (II). Lo que se ha escrito (II)
Por Orestes Martí
Continuamos con información publicada sobre San Antonio de los Baños en general y el Río Ariguanabo en particular.
Vamos hoy a compartir un trabajo publicado el 21 octubre de 2015, en el Blog Ariguanabo, bajo el título “Réquiem por una cueva”, de Carlos Enrique Rodríguez González.
La Cueva del Sumidero es un sitio emblemático de San Antonio de los Baños. En ella se sumerge el río Ariguanabo y convergen naturaleza y vida. También en ella se levanta la antológica ceiba y la fauna le da vida al empobrecido lugar.
Hace un tiempo vestiste de galas. Se embelleció tu entorno con nuevos bancos, cercas perimetrales y dibujos en los muros, que reflejaban la identidad de una ciudad como San Antonio de los Baños. Hoy la realidad no es la misma,
Fetidez en sus aguas, tupición casi absoluta en la cueva y muchos desechos sólidos acumulados en la boca, hacen de este paraje ariguanabense un sitio que pocos quieren visitar, solo los pescadores solitarios, que vara en mano, van a sus orillas en busca de algún pez intrépido, que aún persiste en las aguas del río que corre a esconderse en la frialdad de las piedras.
¡Ay mi cueva del sumidero! ¿Qué se ha hecho de tu belleza? ¿A dónde fueron a parar tus encantos, hoy desechos y olvidados? Nadie tiene respuesta. Solo el tiempo y la desidia acompañan tu soledad.
Ayer estuve en tus orillas. Acompañé al niño de casa en su afán de pescador. Mientras lanzaba su carnada al agua, meditaba y quería encontrar respuestas a tanta crueldad cometida en tu orografía. Imposible. Solo una realidad martillaba mi mente. Indisciplina, descuido, desinterés y falta de amor a las raíces del terruño, pueden responder a tanto desastre.
Mañana, tal vez mañana, aparezca alguien que se apiade de tí y te regrese a tus años mozos. Para ese entonces, quizás yo peine más canas. Si existiera el milagro de tu recuperación, vendré otra vez a tus orillas y sonreiré junto al paso transparente del río en busca de tus entrañas y el canto de las aves, felices de ver tu resurgir.
Vamos ahora a acompañarlo con la interpretación de Silvio Rodríguez Domínguez, en la República de Chile, en el año 2010.
Letra:
Yo soy de donde hay un río
De la punta de una loma
De familia con aroma
A tierra, tabaco y frío
Soy de un paraje con brío
Donde mi infancia surtí
Y cuando después partí
A la ciudad y la trampa
Me fui sabiendo que en Tampa
Mi abuelo habló con Martí
Supo la gran aventura,
Supo la estación más triste
Supo el dolor que se viste
De redención la cintura
Supo la traición más dura
Luego el silencio, el rumor
Luego el murmullo, el clamor
Y al fin supo del aullido
Y del último estallido
Mi abuelo supo el amor
Así lo sé, porque quiero echarme
En su misma fosa
Sin oración y sin losa
Hueso con hueso viajero
Lo sé como el aguacero
Sabe que acaba en la orilla
Lo sé como sé su silla
Su cuchillo, su mascada
Y su corona nevada
Cual sé también su rodilla
Publicado hasta la fecha:
√ Yo soy de donde hay un Río (I)
√ Yo soy de donde hay un río (II). Lo que se ha escrito (I)
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