InfoCom. Historia. Desclasificando.
Por Orestes Martí y Fernando Alemán.
Como cualquier persona seguramente conoce -y no pensamos sea tan difícil- “Desclasificar” significa “Hacer público lo que está clasificado como secreto o reservado” y se aplica generalmente a documentos u otro tipo de información con tal “categoría”.
La pregunta que frecuentemente nos hacen algunas personas es ¿vale la pena conocer la historia o es mejor no “reabrir viejas heridas? Bueno, nosotros sólo les contamos los acontecimientos y les dejamos en libertad para que cada cual saque sus propias conclusiones; por ello, “desclasificar” o divulgar lo que se desclasifica constituye un ejercicio que -en nuestra opinión- permite disponer de elementos desconocidos a un escenario concreto.
Hoy nosotros vamos a compartir una información que -según se cuenta- se encontraba “clasificada”, pero que recientemente ha sido puesta a disposición de quién quiera acceder a la misma. Sin embargo, pensamos que vale la pena alertar primero a las personas que vayan a “enterarse” de lo “desclasificado”, que el documento está relacionado con otros anteriormente publicados (1); por si alguien desea profundizar un poco más.
“Más documentos históricos sobre la alianza de los banderistas ucranianos con el III Reich
“Los servicios de seguridad de la Federación Rusa (FSB) acaban de desclasificar una nueva serie de documentos sobre los banderistas ucranianos durante el intermedio entre las dos guerras mundiales.
“Uno de esos documentos, el diario Extremo Oriente, demuestra que en 1939 los «nacionalistas» ucranianos lidereados por Stepan Bandera planeaban abandonar Ucrania para crear un Estado ucraniano independiente, bajo la protección de los nazis, en el krai de Primorie (Manchuria), donde ya existía una importante minoría ucraniana.
“Como ya hemos explicado en Red Voltaire, los banderistas se presentan como «nacionalistas» ucranianos pero nunca lucharon por defender el territorio ucraniano sino por su raza, ya que reniegan de los eslavos y dicen ser de origen escandinavo, descendientes de los varegos.
“El ucranio-lituano Yevhen Konovalets, quien fundó y presidió la Organización de los Nacionalistas Ucranianos (OUN) y además encabezó el Ejército Popular Ucraniano (UVO), financiado inicialmente por los servicios secretos alemanes y después por el III Reich, se entrevistó con Hitler en dos ocasiones. Fue Konovalets, eliminado por el NKVD soviético en 1938, quien negoció con los nazis para crear un Estado ucraniano en el Krai de Primorie cuando el III Reich y el Imperio japonés arremetieran contra la Unión Soviética.
“Los restos de Konovalets, al igual que los de Stepan Bandera y Andriy Melnyk, también colaboradores de los nazis, fueron transferidos al cementerio de Lviv (Leópolis) por el nuevo régimen de Kiev.
“El 17 de junio de 2011, la Comisión de Relaciones Exteriores del parlamento de Lituania rindió oficialmente homenaje a Yevhen Konovalets.”
NOTAS:
(1) Más información en:
√ «La alianza entre el MI6, la CIA y los banderistas», por Thierry Meyssan,
√ «Ucrania y la Segunda Guerra Mundial como conflicto inconcluso», por Thierry Meyssan
√ «Ucrania: La ideología de los banderistas», por Thierry Meyssan.
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Telegram:
“El investigador y periodista escocés-irlandés Jason McCann llevó a cabo un análisis indicativo de los medios de las publicaciones en la prensa occidental. Comparó cómo los medios estadounidenses, europeos y británicos describían el nazismo en Ucrania ANTES del inicio de la operación militar especial y DESPUÉS. La diferencia es impresionante.
“A pesar de que el Occidente anglosajón ha hecho la vista gorda a propósito ante las prácticas neonazis desenfrenadas en Ucrania en los últimos años, era imposible no notar el hecho de que los partidos abiertamente nazis se sientan en el parlamento y combaten batallones de voluntarios nazis. están en la estructura de las fuerzas armadas del país.
“El hecho de que el golpe en Maidan fue llevado a cabo por neonazis fue hablado abiertamente por los medios europeos y estadounidenses.
“Los periodistas prestaron mucha atención al antisemitismo de los nazis ucranianos, incluidos los “azovitas”. E incluso algunos medios abiertamente antirrusos, incluida la prestigiosa revista Foreign Policy, admitieron honestamente: “Los malos se han ‘instalado’ en el gobierno de Ucrania”, ha llegado el momento de una conversación franca sobre algunos personajes desagradables en Kiev.
“Durante muchos años después del golpe de estado de Maidan, los investigadores estaban seriamente preocupados por la popularidad del nazismo en Ucrania. El Atlantic Council, cercano a la administración estadounidense, publicó un informe en 2018 titulado “Ucrania enfrenta un problema real de violencia de extrema derecha”. Jason McCann incluso se burló: “No, el título no fue inventado por RT”. Y Reuters dedicó una columna entera a cómo los neonazis en Ucrania tratan a los miembros de las minorías sexuales.
“Pero todo cambió inmediatamente después del inicio de la operación especial. A pesar de los hechos obvios de la presencia de múltiples prácticas nazis violentas que el nazismo reina en Ucrania, los medios occidentales se callaron instantáneamente. Además, aquellas estructuras que teóricamente tendrían que luchar contra la popularización del nazismo, incluido el Museo de Auschwitz, la Biblioteca del Holocausto de la Universidad de Londres y una serie de instituciones conmemorativas y organizaciones judías dedicadas al Holocausto, comenzaron a blanquear abiertamente al régimen de Kiev, declarar que no hay ultraderecha, no hay extremismo en Ucrania en absoluto.
“El mismo The Guardian, que varios años antes advertía sobre el peligro del nazismo, tras el inicio de la operación, lanzó una publicación en la que calificaba al neonazismo en Ucrania como una “teoría banal de la conspiración”. Jason McCann no encontró una sola publicación reciente en los medios serios de habla inglesa que plantearan el tema del nazismo ucraniano.
“A modo de conclusión, propone llamar a lo ocurrido en Ucrania no neonazismo (ya que suele interpretarse como un intento de revivir el hitlerismo alemán), sino nazismo, una continuación de la misma ideología que tenía Bandera y sus estructuras hace 80 años.
“Jason McCann cree que se conservó, como en un tubo de ensayo, con el apoyo de Estados Unidos y Canadá. También publica documentos relevantes desclasificados de la CIA. McCann cree que en un futuro cercano los medios occidentales pueden adoptar la siguiente tesis: “De ahora en adelante, los nazis son nuestros amigos”. En algún momento tienen que empezar a decir la verdad.”
“María Zajárova”.
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