Guerra y paz: La situación en el Sáhara occidental se deteriora (VII)
Por Orestes Martí.
Guadi Calvo es un escritor y periodista argentino; analista Internacional especializado en África, Medio Oriente y Asia Central que ha publicado un interesante trabajo que cuenta con un enfoque realmente impactante. Calvo escribió su trabajo que ha sido publicado en Alainet y que a continuación lo ponemos a vuestro alcance.
Sahara occidental: Un mapa trazado con napalm y fósforo blanco
Marruecos bajo la cobertura que le brindan Madrid, París, Londres y Washington, continua su avance para, de una vez y por todas, exterminar la resistencia del pueblo saharaui, que desde hace cuarenta y cinco años busca establecerse con todo derecho como lo que es la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). (Ver: Sahara Occidental: La guerra más ignorada del mundo )
Una vez más, dada la complicidad de las grandes potencias y las Naciones Unidas, donde como siempre solo resuena las voces poderosas, no se han escuchado los reclamos de la RASD, por lo que se vio obligada a decretar el “estado de guerra”, lo que le ha permitido al reino alauita desplegar su atroz muestrario armamentístico, comprado a esas mismas potencias que le dan cobertura, frente a un pueblo que no cuenta con mucho más que su voluntad irreductible.
La nueva realidad del Sahara Occidental ha provocado que miles de jóvenes saharauis nacidos y crecidos en los campamentos del exilio de Tinduf (Argelia), quienes solo han visto la larga guerra que libró su pueblo contra el invasor marroquí, en las cicatrices físicas y espirituales de sus mayores, se alisten en las filas del Frente Popular por la Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro o el Polisario a secas, la organización armada de la que nacería la RASD.
A las cinco escuelas militares del Polisario, una exclusiva para mujeres, han llegado tantos aspirantes que los campamentos de refugiados han quedado prácticamente vacíos de hombres jóvenes. En los campos de entrenamiento se están impartiendo clases de estrategia militar y utilización de armas y explosivos, y tácticas para desenvolverse en los territorios plagados de minas antipersonales, que se estima entre siete y diez millones, y que en estos últimos días el ejército real marroquí ha vuelto a resembrar en grandes cantidades para proteger el muro de 2700 kilómetros de largo, que se constituyó de hecho en la línea del frente.
El aluvión de voluntarios ha obligado a las autoridades de las escuelas militares a ordenar detener la llegada de más reclutas, hasta que no termine de formarse las primeras camadas de nuevos milicianos, ya que todas las instalaciones se han visto desbordadas.
El pasado trece de noviembre Marruecos invadió Guerguerat, el sector desmilitarizado junto a la frontera con Mauritania, incendió las haimas (carpas) y expulsó a los saharauis que pacíficamente resistían al nuevo avasallamiento de sus territorios por parte de Rabat, con lo que intenta proteger la ruta de mercaderías que, desde Marruecos, transitan a Mauritania y desde allí a un vasto sector de África Occidental, en un flagrante acto de guerra que nadie ha censurado. Por lo que no queda otro camino que reactivar el frente de guerra al costo que sea. Frente a la pasividad cómplice de la MINURSO (Misión Internacional de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sahara Occidental) que es única de su tipo, de todas las que existen, que por sus estatutos tiene prohibido vigilar el respeto a los derechos humanos.
No son pocos los nuevos reclutas que incluso han tenido la oportunidad de estudiar y trabajar en España, y de algún modo vivir la vida que en los campamentos en mitad del desierto les es imposible tener, que han regresado para alistarse como voluntarios, sabiendo que el famoso referéndum con que Naciones Unidas se comprometió con la Resolución 690 del Consejo de Seguridad del 29 de abril de 1991 para que la nación Saharaui eligiera entre la independencia o la integración con Marruecos, se ha convertido en un espejismo que cuanto más se camina hacia él, más se aleja.
En este marco de confrontación extrema, desde el alto el fuego acordado en 1991, el rey marroquí Mohammed VI acaba de dar un golpe siniestro a las esperanzas independentistas del pueblo saharaui, y en una transacción puramente mercantilista el jueves diez el agente sionista mejor pago del mundo, Donald Trump, anunció que el enclave sionista en tierras palestinas y el Reino de Marruecos acordaron establecer relaciones diplomáticas plenas. Así, Marruecos se convirtió en la cuarta nación musulmana, junto a Bahréin, Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Sudán, que bajo la presión norteamericana y a espaldas de sus pueblos, han hecho acuerdos de este estilo con los ocupantes de Palestina. En este caso, no solo asestan un nuevo golpe a la lucha del pueblo palestino, sino también a la lucha de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) ya que con este acuerdo Mohammed VI ha conseguido que los Estados Unidos, apenas dos días más tarde, anunciara que adoptaron un “nuevo mapa oficial” de Marruecos, en el que se incluye los territorios de la RASD, apropiados de manera ilegal por Rabat durante la guerra de quince años que mantuvo con el ejército Polisario.
El olvido y la arena
A pesar de que el acuerdo sionista-alauita es muy difícil que pueda revocarse, ya que el rey tiene la última decisión sobre las cuestiones diplomáticas, dentro del reino surgieron rápidamente voces discordantes, como la de la rama religiosa del co-gobernante partido Movimiento de Unidad y Reforma (MUR), que, en un comunicado, expresó que la medida era “deplorable” y denunció “los intentos de normalización y la infiltración sionista”. Al tiempo que el proscrito movimiento islámico, Adl Wal Ihssane, (Justicia y Caridad), uno de los grupos políticos más importantes del país, declaró que la normalización era “una puñalada por la espalda a la causa palestina”. Esta decisión condiciona de manera notoria la seguridad de la comunidad judía en Marruecos, la más grande del norte de África, con cerca de unas tres mil personas, inocentes de las arbitrariedades sionistas y que podrían ser objeto de represalias, por alguno de los militantes fundamentalistas locales e independiente de la causa del Polisario, que, siendo de inclinación musulmana, siempre se ha desligado de posturas ultramontanas.
Con esta acción el pueblo saharaui ha quedado condenado, exactamente al igual que sus hermanos palestinos, y otras tantas naciones que reclaman su derecho a existir, a ser borrados por la arena y el olvido. El mapa de la usurpación marroquí será presentado oficialmente en la embajada de Estados Unidos al rey Mohammed VI en la ciudad de Rabat, la capital marroquí.
Sáhara Occidental es una ex colonia española a la que Francisco Franco, poco antes de morir, le había otorgado la independencia, decisión que fue ignorada por su heredero, el Rey Juan Carlos, que desde su asunción usufructuó, junto a sus socios marroquíes y norteamericanos de las extraordinarias riquezas del subsuelo saharaui, allí se encuentran los yacimientos de fosfatos más ricos del mundo y en sus mares los bancos de pesca, también de los más ricos del mundo.
Demasiada riqueza para dejar en manos de un pueblo independiente e insumiso que, desde siempre, ha luchado por su autodeterminación y no ha tenido empacho por demostrar su afecto a países como Cuba, a donde han viajado cientos de jóvenes saharauis para convertirse en médicos e ingenieros.
El frente Polisario, tras conocerse que los Estados Unidos adoptarían el nuevo mapa, condenó la decisión del saliente Donald Trump y aseguró que continuará luchando por la reivindicación de sus territorios. Por otra parte, el primer ministro de Argelia, Abdelaziz Djerad, opinó que “las maniobras apuntan a desestabilizar su país y el deseo de la entidad sionista de acercarse a nuestras fronteras”.
Argelia comparte una frontera de casi 2 mil kilómetros con el reino alauita, con el cual ha tenido históricamente una relación extremadamente tirante, al punto de actuar en muchas oportunidades como el principal operador internacional del Frente Polisario, y albergar en el sur del país el campo de refugiados de Tinduf, donde unos 200 mil saharauis viven y se desarrollaron desde el acuerdo de 1991, donde se quedaron tras la frontera trazada a fuerza de napalm y fósforo blanco, armas expresamente prohibidas por diferentes convenios internacionales, las que siguen siendo fabricadas y utilizadas por los Estados Unidos y el ente sionista.
…Y como lo prometido es ley, vamos ahora a compartir lo anunciado ayer en AVANCES:
√ ¿Tendrá recorrido el reconocimiento de Trump a la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental?
Por Sergio Hernández-Ranera Sánchez
El anuncio por Twitter del presidente de los EEUU arrincona a una de las agendas históricas de la ONU y deja a Israel como el gran beneficiado del reconocimiento al status quo imperante en el territorio de la antigua colonia española, opinan los expertos. El Frente Polisario se reafirma en sus posiciones y prosigue su ofensiva militar.
La postura revelada por Donald Trump el 10 de diciembre a través de la red social es de una contundencia inusitada, habida cuenta que encabeza una Administración saliente y que lo habitual en EEUU es que los presidentes mantengan un perfil decisorio muy bajo durante el periodo de traspaso del poder.
La declaración de Trump se produce en un momento candente, cuando la problemática renovación por un año de la misión de Naciones Unidas para el referéndum en el Sáhara Occidental (Minurso) estuvo acompañada de tensiones en la brecha de El Guerguerat (zona fronteriza que comunica el sur del territorio con Mauritania) entre civiles saharauis y milicianos del Frente Polisario por un lado, y efectivos del ejército marroquí de otro.
Las acciones de los militares de Marruecos fueron consideradas por el Frente Polisario como una violación del Acuerdo Militar n.º 1 que rubricó el alto el fuego entre las partes en 1991, por lo que decidió emprender una ofensiva contra las posiciones marroquíes en el desierto, establecidas tras el muro fortificado de 2.720 km que parte en dos el Sáhara Occidental de norte a sur.
¿Cabe sorprenderse del anuncio de Trump?
“Muy probablemente el Polisario sabía de la declaración de Trump, porque estas cosas no se improvisan y esto se va gestando en las cúpulas del poder, seguro que sabía que los tiros iban a ir por ahí”, explica a Sputnik el historiador Alejandro García, profesor en la Universidad de Murcia y especialista en temas de América Latina y colonialismo y orden postcolonial en el norte de África.
“Con lo cual, es lógico que ellos se anticiparan creando cierta repercusión internacional a través de las acciones puntuales que llevaron a cabo en El Guerguerat”. Los saharauis no se muestran sorprendidos por el anuncio. “No nos lo esperábamos de esta manera, pero no nos sorprende”, afirma por su parte Abdulah Arabí, delegado del Frente Polisario para España.
En declaraciones a Sputnik, Arabí señala que el tuit de Trump es el resultado de lo que precisamente venía alertando el Polisario en los últimos meses, “que la Minurso se ha convertido en un garante para perpetuar el status quo”. “Marruecos nunca ha estado interesado en ninguna solución con la presencia de la ONU ni mediante referéndum, solo ha estado trabajando para que se reconozca su soberanía sobre el territorio. En los últimos seis o siete años nos ha quedado muy claro que no va a aceptar el referéndum y ni siquiera la autonomía”, señala, añadiendo que “al presidente saliente” le da igual los efectos que pueda producir su declaración.
“Lo único que Marruecos puede vender es que el presidente saliente le ha reconocido su soberanía. Pero el efecto externo e interno que puede tener para el país el tema de Palestina, es un regalo envenenado. Va ser una situación que Marruecos tendrá complicado gestionar”.
¿Tensará el mundo árabe el acuerdo de Marruecos con Israel?
Para Alejandro García, el anuncio de Trump se explica dentro de la lógica que ha guiado la política del presidente estadounidense en Oriente Medio: “Asegurar el reconocimiento de Israel, que ha sido la urgencia de su diplomacia”.
Sin embargo, este docente matiza que Marruecos en realidad solo ha seguido una tendencia en el mundo árabe y que su movimiento “no es nuevo”. “Los países árabes tienen relaciones con Israel. Egipto lo reconoció en 1977 y Marruecos en 1994. También Túnez y Mauritania. Emiratos Árabes Unidos y Bahrein lo han hecho recientemente, al igual que Sudán. Marruecos ha recuperado una relación que se había cortado en la época de la guerra de Irak por presión de la sociedad marroquí. A la cúpula marroquí le ha venido de perlas”.
Alejandro García recuerda que, de todos los países africanos, Marruecos aloja la mayor comunidad hebraica, compuesta por judíos sefardíes. “Es un lazo afectivo con Israel y, de hecho, creo que casi 100.000 turistas israelíes visitan cada año Marruecos”. Algunos judíos marroquíes han sido prominentes. “Por ejemplo, Abraham Serfaty, judío de Tánger, líder de izquierdas marroquí de los años 70 y que fundó la Liga del 23 de marzo, estuvo 20 años en la cárcel”.
“Sí, hay una comunidad judía allí, pero también hay un partido de corte islamista, y un movimiento solidario con el pueblo palestino enorme”, señala Abdulah Arabí, que añade la razón por la que hay países árabes que hasta ahora no se han pronunciado en favor de la causa saharaui, “se debe precisamente a la condición que tiene el rey de Marruecos como presidente del Comité Al Qods, encargado de solucionar el tema de Palestina”.
“Israel ha salido ganando, un país árabe más que le reconoce”
Tras el tuit de Trump, el mismo 10 de diciembre, Mohammed VI telefoneó al líder palestino Mahmud Abbas para reiterar su apoyo a la causa palestina. Cabe preguntarse si ante el mundo árabe, Marruecos no queda mal anunciando la apertura de relaciones con Israel. Alejandro García recuerda, que pese a no disponer de embajadas en el país hebreo, Arabia Saudí, Egipto y Jordania tienen representaciones comerciales. “El conflicto del Sáhara cabe enmarcarlo en el que mantienen Argelia y Marruecos, herencia de la Guerra Fría”, explica.
“Es un contencioso que se remonta a 1963, el rey Hassan había dado en 1958 apoyo a Argelia en su pelea con Francia con la promesa de que los dirigentes argelinos restituyeran a Marruecos un territorio que consideraban propio”..
¿Un apuro para el nuevo Gobierno estadounidense?
En opinión de Abdulah Arabí, la iniciativa de Trump socava también el trabajo del propio EEUU en Naciones Unidas. “No nos podíamos imaginar que iban a pronunciarse tan en contra del Derecho Internacional y de una cuestión en la que EEUU es el encargado de elaborar los contenidos de las resoluciones del Consejo de Seguridad”, afirma.
“¿Cómo se va a explicar la nueva Administración que el presidente saliente les dice que ese territorio es marroquí, cuando en octubre EEUU presentó un borrador sobre la cuestión de la descolonización? No concuerda con el Derecho Internacional, no tiene que ver con la postura tradicional de EEUU y pone al norte de África en una situación de extrema gravedad. Esto no hace más que reafirmar nuestro compromiso de seguir la lucha, nos da la razón en todo lo que veníamos denunciando, que se perpetúa la ocupación ilegal mediante la presencia de la Minurso. Hay muchos políticos estadounidenses que se están pronunciando en contra de este anuncio, entre ellos John Bolton y el senador Jim Inhofe. La nueva Administración tiene un papelón para gestionar esto y deshacerlo”.
¿Prepara el Frente Polisario una ofensiva diplomática que trate con la nueva Administración de Joe Biden? Abdulah Arabí asegura que en realidad hay un “flujo consolidado” de congresistas y académicos interesados por la problemática del Sáhara y que ya visitaron los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf. “Ya hay movimiento allí [en EEUU] desautorizando el tuit de Trump, que en realidad es una proclama, todavía no es una decisión”.
“Los traspasos de poder en EEUU responden también a una legislación de la que puede disponer el presidente saliente, el ‘midnight action’, para tomar decisiones hasta el último momento. Suele reservarse para alguna enmienda, pero no para algo de este calibre. Pero es que Trump ha cuestionado el propio sistema democrático de EEUU”.
El recorrido del anuncio en el contexto de la ofensiva saharaui
“Lo lógico es que EEUU hubiera esperado al inicio de la siguiente Administración, con lo cual, si lo ha hecho ahora, es que el presidente saliente no espera nada de la nueva en ese sentido”, subraya Arabí, al tiempo que apunta los problemas creados. “¿Por qué se ha anulado la reunión a alto nivel entre España y Marruecos? ¿Sólo hay pandemia en Marruecos?”
“Es una consecuencia de esto”, prosigue en su explicación. “La UE ha manifestado que no comparte la postura de Trump, la ONU tampoco y la Unión Africana lo mismo. No se puede tener una agenda desde 1960 y que de repente salga un presidente y diga que no vale”. Preguntado sobre si el anuncio de Trump puede haberse derivado del reinicio de las acciones militares por parte del Ejército Popular de Liberación Saharaui, Abdulah Arabí responde negativamente, pero recalca que, pese a estar “armado hasta los dientes”, Marruecos no puede soportar una guerra. “Es un riesgo enorme para la continuación de su monarquía”.
“Mi opinión particular es que el referéndum no se va a celebrar tal y como se encuadró en el marco del artículo 2 de la Unión Africana”, declara Alejandro García. “Habrá otro tipo de acuerdo que permita a las gentes desplazarse al territorio colonial”.
Mientras tanto, el Frente Polisario continúa hostigando al Ejército marroquí mediante ataques contra sus fortificaciones en el muro. “Marruecos responde algunas veces, pero la iniciativa la tenemos nosotros. Ellos están totalmente atrincherados en el muro, alerta las 24 horas, porque no saben desde dónde les vamos a salir. Es una guerra de desgaste, psicológica, no es fácil para ellos. El muro, que fue construido también con el asesoramiento de ingenieros israelíes, tiene zonas vulnerables”.
Según Abdulah Arabí, la razón de la escasa información sobre la contienda es el cierre de fronteras debido a la pandemia. “Tenemos un montón de solicitudes de periodistas que se quieren desplazar para allá, pero no se puede”. Esta circunstancia estaría siendo aprovechada por Marruecos para negar que el Frente Polisario esté conduciendo ataques. “Pero la ONU no nos desdice en este aspecto”, avisa, avanzando que la moral de la tropa marroquí puede ser muy baja.
“Marruecos está negando hasta los fallecimientos. Presionan a los familiares para que no informen de las muertes. A un ejército que lleva ahí atrincherado 29 años, de repente le dicen que la alerta es total y que hay una guerra. Los soldados se cuestionan qué hacen ahí. Tenemos informaciones de que las pateras que llegan a Canarias llevan también militares que han aprovechado sus permisos para huir, aunque no lo podemos confirmar”.
Moral por las nubes
“Nunca he visto un pueblo al que las acciones bélicas le produzcan una euforia y esperanza así”, asegura Arabí. “Las guerras no son buenas, pero a nosotros, como pueblo y ejército, no nos han dejado otra alternativa. Nos han empujado a claudicar y aceptar el hecho consumado”.
“Los jóvenes que están en España quieren volver e incorporarse al ejército. Hay gente que quiere dejar su trabajo y su sueldo aquí e irse a combatir. Es algo que los analistas no entienden”. Preguntado sobre las bajas militares, el Frente Polisario asegura no haber sufrido ninguna, y tampoco tiene intención de esconderlas. “Hasta ahora no hemos tenido bajas mortales. Nuestro pueblo está muy unido y un drama así no se podría ocultar. La moral está altísima, parece la antesala de la independencia”, dice Arabí.
¿Cambiarán los papeles?
¿Podría el tuit de Trump dejar al Frente Polisario como el villano de toda esta historia? Para Alejandro García, la cuestión que fundamenta las posiciones del Polisario atañe a las resoluciones que emite la Asamblea General de la ONU, “pero otra cosa distinta es lo que dice el Consejo de Seguridad”.
A juicio de este profesor universitario, el papel de villano en el imaginario español lo ejerce precisamente Marruecos, visto incluso a través de un prisma antropológico. “Marruecos es justo lo que no queremos. Pero este enfoque no existe respecto a Argelia o Túnez. Todo es malo en Marruecos, una dictadura insoportable, una pobreza infinita, un país atrasado, ese el imaginario. En este asunto hay mucho racismo antropológico”, afirma, destacando el riesgo en el que incurren algunos defensores de la causa saharaui en España.
“Porque en este iluminario simbólico, el saharaui es puro, un nómada, pero el marroquí es escoria”.
La clave de Argelia
“El contencioso del Sáhara acabará cuando la cúpula que domina Argelia desde hace 60 años sea sustituida en el poder. Argelia es el país con población más joven del Magreb. Y para las generaciones jóvenes el Sáhara es algo que les viene de muy lejos. Es un tema rutinario y automático que la cúpula que gobierna el país siempre ha utilizado. Y de la misma manera que ha utilizado al Sáhara en su beneficio, si considera que hay que acabar con la relación con el Polisario, la acabará”, concluye el historiador Alejandro García.
El Frente Polisario estima que la relación con Argelia sigue siendo “muy buena”. Su representante en España niega que pueda haber un cambio de actitud en Argel. “En 45 años ha pasado todo tipo de gente y gobiernos por allí, y hay consenso a nivel social y de los partidos. Hay un compromiso de principios. Argelia ha apoyado todos los movimientos de liberación en África y América Latina, ha sido la cuna de ellos. Siempre los ha defendido en función de los principios de su política exterior: la no injerencia y el apoyo a los pueblos que luchan por su autodeterminación e independencia, los principios de los países no alineados, de cuyo movimiento Argelia es uno de los países fundadores”, explica Abdulah Arabí.
“Puede que vengan gobiernos con matices, pero ahora mismo estamos mejor que nunca y Argelia tiene un gran peso en la política internacional. Pero ellos no utilizan sus relaciones comerciales con España o Francia para presionar sobre el Sahara Occidental, puesto que tiene sus propios intereses. El gas que llega a España es argelino. Si fuera marroquí, el suministro estaría supeditado a la posición de España sobre el Sahara Occidental. Argelia no utiliza los mecanismos de chantaje que utiliza Marruecos”, concluye.
Publicado con anterioridad:
√ Guerra y paz: La situación en el Sáhara occidental se deteriora
√ Guerra y paz: La situación en el Sáhara occidental se deteriora (II)
√ Guerra y paz: La situación en el Sáhara occidental se deteriora (III)
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